ni tampoco morral para el camino, ni dos vestidos, ni sandalias, ni bastón, que el bracero merece su alimento.
Lucas 22:36 - Nueva Biblia Española (1975) El añadió: Pues ahora, el que tenga bolsa, que la tome, y lo mismo el morral; y el que no tenga, que venda el manto y se compre un machete. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una. Biblia Nueva Traducción Viviente —Pero ahora —les dijo—, tomen su dinero y un bolso de viaje; y si no tienen espada, ¡vendan su manto y compren una! Biblia Católica (Latinoamericana) Y Jesús agregó: 'Pues ahora, el que tenga cartera, que la tome, y lo mismo el equipaje. Y el que no tenga espada, que venda el manto para comprarse una. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces les dijo: Pero ahora, el que tiene bolsa, tómela; lo mismo también alforja; y el que no tiene espada, venda su manto y cómprela.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él les añadió: 'Pues ahora, el que tenga bolsa, que la lleve consigo; y lo mismo el que tenga una alforja; y el que no tenga espada, que venda su manto y la compre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja, y el que no tiene espada, venda su capa y compre una. |
ni tampoco morral para el camino, ni dos vestidos, ni sandalias, ni bastón, que el bracero merece su alimento.
Y dijo a todos: Cuando los envié sin bolsa ni morral ni sandalias, ¿les faltó algo? Contestaron: Nada.
Porque les digo que tiene que cumplirse en mí lo que está escrito: 'Lo tuvieron por un criminal”. Pues, de hecho, lo que a mí se refiere toca a su fin.
Acuérdense del dicho que yo mismo les cité: 'No es el siervo más que su señor'. Si a mí me han perseguido, también a ustedes les perseguirán; si han vigilado mi mensaje, también el de ustedes lo vigilarán.
Cuando estábamos con ustedes, les predecíamos ya que nos esperaban dificultades, y saben que así ocurrió.
Por tanto, dado que el Mesías sufrió en su carne mortal, ármense también ustedes del mismo principio: que uno que ha sufrido en su carne ha roto con el pecado,