Que hiervan y bramen sus olas, que sacudan los montes con su furia: El Señor de ¡os ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Lucas 21:25 - Nueva Biblia Española (1975) Aparecerán señales en el sol, la luna y las estrellas; y en la tierra se angustiarán las gentes, enloquecidas por el rugido del mar y el oleaje. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; Biblia Nueva Traducción Viviente »Y habrá señales extrañas en el sol, en la luna y en las estrellas. Y aquí en la tierra, las naciones del mundo estarán en caos, perplejas por los mares rugientes y las mareas extrañas. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y por toda la tierra los pueblos estarán llenos de angustia, aterrados por el estruendo del mar embravecido. La Biblia Textual 3a Edicion Y habrá señales en el sol, la luna, y las estrellas;° y sobre la tierra, angustia de las gentes en desespero ante el bramido del mar y el oleaje, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra, las naciones serán presa de angustia por los bramidos del mar y el estruendo de las olas Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de naciones en confusión; bramando el mar y las olas; |
Que hiervan y bramen sus olas, que sacudan los montes con su furia: El Señor de ¡os ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Las estrellas del cielo y las constelaciones no destellan su luz, se entenebrece el sol al salir, la luna no irradia su luz.
¡Ay!, retumbar de muchedumbres como retumbar de aguas que retumban; bramar de pueblos, como bramar de aguas impetuosas que braman.
La Cándida se sonrojará, se avergonzará el Ardiente, cuando reine el Señor de los ejércitos en el Monte Sión, en Jerusalén, glorioso delante de su senado.
Aquel día bramará contra él como brama el mar. Mira a la tierra en espesas tinieblas, nubarrones oscurecen la luz.
Yo, el Señor, tu Dios, agito el mar, y mugen sus olas: mi nombre es Señor de los ejércitos,
Entonces se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora. Entonces se salvará tu pueblo; todos los inscritos en el libro.
se retuerce la bondad como espinos y la rectitud como zarzales. El día de la cuenta que anuncia el centinela llegará: pronto llegará la desgracia.
Inmediatamente después de la angustia de aquellos días el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán'.
Desde el mediodía hasta la media tarde, toda aquella tierra estuvo en tinieblas.
Pero en aquellos días, después de aquella angustia, el sol se hará tinieblas, ¡a luna no dará su resplandor,
Entonces verán v e ni r a este Hombre entre las nubes, con gran fuerza y majestad,
Al llegar el mediodía toda aquella tierra quedó en tinieblas hasta media tarde.
Caerán a filo de espada, los llevarán cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que la época de los paganos llegue a su término.
Los hombres quedarán sin aliento por el miedo, pensando en lo que se le viene encima al mundo, porque hasta los astros se tambalearán.
Haré prodigios arriba en el cielo y signos abajo en la tierra: sangre, fuego, columnas de humo.
Vi un trono magnífico y brillante y al que estaba sentado en él; huyeron de su presencia la tierra y el cielo y desaparecieron definitivamente.