Por tanto, teman al Señor y procedan con cuidado. Porque el Señor, nuestro Dios, no admite injusticias, favoritismos ni sobornos.
Lucas 20:21 - Nueva Biblia Española (1975) Le preguntaron: Maestro, sabemos que lo que dices y enseñas está bien y que no te preocupa lo que la gente sea. No, enseñas de verdad el camino de Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces acepción de persona, sino que enseñas el camino de Dios con verdad. Biblia Nueva Traducción Viviente —Maestro —le dijeron—, sabemos que dices y enseñas lo que es correcto y no te dejas influir por lo que piensan otros. Enseñas con verdad el camino de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Le preguntaron: 'Maestro, sabemos que hablas y enseñas con rectitud, que no te dejas influenciar por nadie, sino que enseñas con absoluta franqueza el camino de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que hablas y enseñas rectamente y que no haces acepción de personas, sino que enseñas el camino de Dios con verdad: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hiciéronle, pues, esta pregunta: 'Maestro, sabemos que hablas y enseñas con rectitud y que no te importa la condición de las personas, sino que enseñas realmente el camino de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces acepción de personas; sino que enseñas el camino de Dios con verdad. |
Por tanto, teman al Señor y procedan con cuidado. Porque el Señor, nuestro Dios, no admite injusticias, favoritismos ni sobornos.
Dios no es parcial a favor del poderoso ni favorece al rico contra el pobre, pues todos son obra de sus manos.
Sálvanos, Señor, que se acaba la lealtad, que desaparece la sinceridad entre los hombres:
su boca es más blanda que la manteca, pero desean la guerra; sus palabras son más suaves que el aceite, pero son puñales:
Le enviaron a sus discípulos con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios con verdad; además, no te importa de nadie, porque tú no miras lo que la gente sea.
Se acercaron y le dijeron: Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa de nadie, porque tú no miras lo que la gente sea. No, enseñas de verdad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar tributo al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?
Entonces, poniéndose a acecharlo, le enviaron unos espías que aparentaban ser hombres íntegros, para sorprenderlo en alguna expresión y poderlo entregar a la autoridad y jurisdicción del gobernador.
Este fue a verlo de noche y le dijo: Señor mío, sabemos que has venido de parte de Dios como maestro, pues nadie puede realizar las señales que tú estás realizando si Dios no está con él.
Porque no vamos traficando con el mensaje de Dios, como hace la mayoría, sino que hablamos conscientes de nuestra sinceridad, conscientes de que lo hacemos de parte de Dios, bajo su mirada, movidos por Cristo.
Qué, ¿trato ahora de ganarme la amistad de los hombres o de Dios?, o ¿busco yo contentar a hombres? Si todavía tratara de contentar a hombres, no podría estar al servicio de Cristo.
Pues bien, por parte de los respetados por ser algo (lo que fueran o dejaran de ser no me interesa nada, Dios no mira lo exterior del hombre); a mí, como decía, los respetados no tuvieron nada que añadirme,