¿Qué más cabía hacer por mi viña que yo no lo haya hecho? ¿Por qué, esperando que diera uvas, dio agrazones?
Lucas 20:13 - Nueva Biblia Española (1975) El dueño de la viña se dijo entonces: ¿Qué hago? Voy a mandar a mi hijo querido, seguro que a él lo respetarán. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizá cuando le vean a él, le tendrán respeto. Biblia Nueva Traducción Viviente »“¿Qué haré? —se preguntó el dueño—. ¡Ya sé! Enviaré a mi querido hijo. Sin duda a él lo respetarán”. Biblia Católica (Latinoamericana) El dueño de la viña se dijo entonces: ¿Qué hacer? Enviaré a mi hijo querido, pues a él lo respetarán. La Biblia Textual 3a Edicion Dijo entonces el señor de la viña: ¿Qué haré?° Enviaré a mi hijo amado, quizás a éste respetarán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El dueño de la viña dijo entonces: '¿Qué voy a hacer? Les voy a mandar a mi hijo muy querido; seguramente que a éste lo respetarán'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizá le respetarán cuando le vean. |
¿Qué más cabía hacer por mi viña que yo no lo haya hecho? ¿Por qué, esperando que diera uvas, dio agrazones?
A ver si escuchan los judíos las amenazas que pienso ejecutar contra ellos y se convierte cada cual de su mala conducta y puedo perdonar sus crímenes y pecados.
A ver si presentan sus súplicas al Señor y se convierte cada cual de su mala conducta, porque es grande la ira y la cólera con que el Señor amenaza a este pueblo.
Tú, hijo de Adán, prepara el ajuar del destierro (y emigra) a la luz del día, a la vista de todos; a la vista de todos emigra a otro lugar, a ver si lo ven; pues son casa rebelde.
¿Cómo podré dejarte, Efraín; entregarte a ti, Israel? ¿Cómo dejarte como a Admá; tratarte como a Seboín? Me da un vuelco el corazón, se me conmueven las entrañas.
¿Qué haré de ti, Efraín: qué haré de ti, Judá? La lealtad de ustedes es nube mañanera, rocío que se evapora al alba.
Todavía estaba él hablando, cuando una nube luminosa los cubrió, y dijo una voz desde la nube: Este es mi Hijo, a quien yo quiero, mi predilecto. Escúchenlo.
Se oyó una voz del cielo: Este es mi Hijo, a quien yo quiero, mi predilecto.
En una ciudad había un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre.
Por bastante tiempo no quiso, pero después pensó: 'Yo no temo a Dios ni respeto a hombre,
Entonces mandó un tercero; pero también a éste lo malhirieron y lo echaron.
Pero los labradores al verlo razonaron entre ellos: Este es el heredero, lo matamos y será nuestra la herencia.
Y salió de la nube una voz que decía: Este es mi Hijo, el Elegido. Escúchenlo a él.
Pues yo en persona lo he visto y dejo testimonio de que éste es el Hijo de Dios.
Es decir, lo que le resultaba imposible a la Ley, reducida a la impotencia por los bajos instintos, lo ha hecho Dios: envió a su propio Hijo en una condición como la nuestra pecadora, para el asunto del pecado, y en su carne mortal sentenció contra el pecado.
Pero cuando se cumplió el plazo envió Dios a su hijo, nacido de mujer, sometido a la Ley,