David vestía un manto de lino, igual que todos los levitas (los portadores del arca y los cantores) y que Quenanías, director del coro. David llevaba también un roquete de lino.
Lucas 19:37 - Nueva Biblia Española (1975) Cuando ya se acercaba, en la bajada del monte de los Olivos, los discípulos en masa, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos por todos los milagros que habían visto, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando llegó a donde comienza la bajada del monte de los Olivos, todos sus seguidores empezaron a gritar y a cantar mientras alababan a Dios por todos los milagros maravillosos que habían visto. Biblia Católica (Latinoamericana) Al acercarse a la bajada del monte de los Olivos, la multitud de los discípulos comenzó a alabar a Dios a gritos, con gran alegría, por todos los milagros que habían visto. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando ya se acercaba a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, se regocijaron y comenzaron a alabar a Dios a gran voz por todos los milagros que habían visto,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Acercándose ya a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios a grandes voces por todos los prodigios que habían visto, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando Él llegó ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzaron a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto, |
David vestía un manto de lino, igual que todos los levitas (los portadores del arca y los cantores) y que Quenanías, director del coro. David llevaba también un roquete de lino.
Ezequías y el pueblo se alegraron de que Dios hubiera movido al pueblo, porque todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos.
Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos, Jesús mandó a dos discípulos,
Estando él sentado en el monte de los Olivos, enfrente del templo, Pedro, Santiago, Juan y Andrés le preguntaron aparte:
En el acto recobró la vista y lo siguió bendiciendo a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.
El otro llegó y dijo: Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en un pañuelo;
Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte que llaman de los Olivos, mandó a dos de sus discípulos
Todos quedaron atemorizados y alababan a Dios, diciendo: Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.
Precisamente por eso le salió al encuentro la multitud, porque habían oído que él había dejado realizada aquella señal.