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Lucas 18:39 - Nueva Biblia Española (1975)

Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten compasión dé mí!

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Biblia Reina Valera 1960

Y los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«¡Cállate!», le gritaba la gente que estaba más adelante. Sin embargo, él gritó aún más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los que iban delante le levantaron la voz para que se callara, pero él gritaba con más fuerza: '¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y los que iban° delante lo reprendían para que callara; pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Los que iban delante le reprendían para que callara; pero él gritaba todavía más fuerte: '¡Hijo de David, ten compasión de mí!'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y los que iban delante, le reprendían para que se callara; pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

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Lucas 18:39
16 Tagairtí Cros  

Señor, te estoy llamando, ven de prisa, escúchame cuando te llamo;


Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y les abrirán;


El les dijo: ¿Por qué son cobardes? ¡Qué poca fe! Se puso en pie, dio una orden a los vientos y al lago y sobrevino una gran calma.


Cuando salió de allí lo siguieron dos ciegos pidiéndole a gritos: Ten compasión de nosotros, Hijo de David.


¡Ay de ustedes, juristas, que se han guardado la llave del saber! Ustedes no han entrado y a los que querían entrar les han cerrado el paso.


Para explicarles que tenían que orar siempre y no desanimarse, les propuso esta parábola:


Le acercaban también niños pequeños para que los tocara. Al verlo los discípulos les regañaban.


Entonces empezó a dar voces diciendo: ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!


Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo cerca le preguntó:


De entre la gente, unos fariseos le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.


Aún estaba hablando, cuando' llegó uno de casa del jefe de sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto;; no molestes más al Maestro.


Tres veces le he pedido al Señor verme libre de él,