Al ver el Señor que en la tierra crecía la maldad del hombre y que toda su actitud era siempre perversa,
Lucas 17:26 - Nueva Biblia Española (1975) Lo que pasó en tiempo de Noé pasará también en el tiempo de este Hombre: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Biblia Nueva Traducción Viviente »Cuando el Hijo del Hombre regrese, será como en los días de Noé. Biblia Católica (Latinoamericana) En los días del Hijo del Hombre sucederá lo mismo que en tiempos de Noé: La Biblia Textual 3a Edicion Y como sucedió en los días de Noé,° así será también en los días del Hijo del Hombre: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y como ocurrió en los tiempos de Noé, así sucederá también en los días del Hijo del hombre: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. |
Al ver el Señor que en la tierra crecía la maldad del hombre y que toda su actitud era siempre perversa,
Y dijo: Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado; al hombre con los cuadrúpedos, reptiles y aves, pues me arrepiento de haberlos hecho.
pero ustedes, fiesta y alegría, a matar vacas, a degollar corderos, a comer carne, a beber vino, 'a comer y a beber, que mañana moriremos'.
En cambio a sus discípulos les dijo: Llegará un tiempo en que desearán vivir siquiera un día con este Hombre y no podrán.
porque igual que el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del horizonte, así ocurrirá con este Hombre en su día.
comían, bebían y se casaban ellos y ellas hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y
Supongan que un sirviente suyo trabaja de labrador o de pastor. Cuando vuelve del campo, ¿quién de ustedes le dice: 'Pasa corriendo a la mesa'?
Les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando vuelva este Hombre, ¿qué?, ¿va a encontrar esa fe en la tierra?
Por la fe, Noé, recibido el oráculo de lo que aún no se veía, angustiado preparó un arca para salvarse con su familia. Con su fe demostró la sinrazón del mundo y adquirió derecho a la salvación que da la fe.
Aunque puso al seguro a ocho personas, contando a Noé, el pregonero de la rectitud, tampoco perdonó a la humanidad antigua: al contrario, mandó el diluvio sobre aquel mundo de impíos.