Lucas 14:26 - Nueva Biblia Española (1975) Si uno quiere ser de los míos y no me prefiere' a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Biblia Nueva Traducción Viviente «Si quieres ser mi discípulo, debes aborrecer a los demás —a tu padre y madre, esposa e hijos, hermanos y hermanas— sí, hasta tu propia vida. De lo contrario, no puedes ser mi discípulo. Biblia Católica (Latinoamericana) Si alguno quiere venir a mí y no se desprende de su padre y madre, de su mujer e hijos, de sus hermanos y hermanas, e incluso de su propia persona, no puede ser discípulo mío. La Biblia Textual 3a Edicion Si alguno viene a mí, y no aborrece° a su padre y a la madre, y a la mujer y a los hijos, y a los hermanos y a las hermanas, y aun también a su vida, no puede ser mi discípulo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre y a su madre, a la mujer y a los hijos, a los hermanos y a las hermanas, y más aún, incluso a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y esposa, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. |
El que quiere a su padre o su madre más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí;
Estar preocupado por sí mismo es destruirse, olvidarse de sí mismo en medio del orden éste, es conservarse para una vida definitiva.
Pero la vida para mí no cuenta, al lado de completar mi carrera y cumplir el encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo de la buena noticia, del favor de Dios.
Si uno tiene dos mujeres, una muy querida y otra menos, y las dos, la más querida y la otra, le dan hijos, y el primogénito es hijo de la menos querida,
dijo a sus padres: No les hago caso; a sus hermanos: No los reconozco; a sus hijos: No los conozco. Cumplieron tus mandatos y guardaron tu alianza.
más aún, cualquier cosa tengo por pérdida al lado de lo grande que es haber conocido personalmente al Mesías Jesús, mi Señor. Por él perdí todo aquello y lo tengo por basura con tal de ganar a Cristo
ellos lo vencieron con la sangre del Cordero y con el testimonio que pronunciaron sin preferir la vida a la muerte.