Miren, estamos subiendo a Jerusalén y este Hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y letrados: lo condenarán a muerte,
Lucas 13:33 - Nueva Biblia Española (1975) Pero hoy, mañana y pasado tengo que seguir mi viaje, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén. Biblia Nueva Traducción Viviente Sí, hoy, mañana y pasado mañana debo seguir mi camino. Pues, después de todo, ¡no se debe matar a un profeta de Dios en un lugar que no sea Jerusalén! Biblia Católica (Latinoamericana) Pero tengo que seguir mi camino hoy, mañana y un poco más, porque no es correcto que un profeta sea asesinado fuera de Jerusalén. La Biblia Textual 3a Edicion Pero es necesario que camine hoy y mañana y pasado mañana, porque es imposible que un profeta muera° fuera de Jerusalem. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sin embargo, hoy, mañana y pasado tengo que seguir mi camino, porque no cabe que un profeta pierda la vida fuera de Jerusalén. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Sin embargo, es necesario que camine hoy, y mañana, y pasado mañana; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén. |
Miren, estamos subiendo a Jerusalén y este Hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y letrados: lo condenarán a muerte,
La gente contestaba: Este es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea.
Por eso Jesús dejó de andar en público entre los judíos del sistema y se fue de allí a la región cercana al desierto, a Efraín, una ciudad así llamada, y allí se quedó con los discípulos.
Replicó Jesús: ¿No hay doce horas de día? Si uno camina de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo;
Les contestó Jesús: Todavía un poco de tiempo va a estar la luz entre ustedes, caminen mientras tengan la luz, para que no se apodere de ustedes tiniebla alguna, pues el que camina en la tiniebla no sabe a dónde va.
Jesús les dijo: Para mí es alimento realizar el designio del que me mandó, dando remate a su obra.
Mientras es de día, nosotros tenemos que trabajar realizando las obras del que me mandó. Se acerca la noche, cuando nadie puede trabajar.
Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Porque los habitantes de Jerusalén y sus jefes no reconocieron a Jesús y, al condenarlo, cumplieron las profecías que se leen los sábados.