Y repitió: ¿Con qué compararé el reinado de Dios?
Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios?
También preguntó: «¿A qué otra cosa se parece el reino de Dios?
Y dijo otra vez: '¿Con qué ejemplo podría ilustrar el Reino de Dios?'
Otra vez dijo: ¿A qué compararé el reino de Dios?
Y nuevamente dijo: '¿A qué compararé el reino de Dios?
Y otra vez dijo: ¿A qué compararé el reino de Dios?
¿A quién diré que se parece esa gente? Se parece a unos niños sentados en la plaza que gritan a los otros:
Les propuso otra parábola: Se parece el reinado de Dios a un hombre que sembró semilla buena en su finca;
Continuó: ¿A qué se parece el reinado de Dios? ¿Con qué lo compararé?
Se parece a la levadura que metió una mujer en veinticinco libras de harina y todo acabó por fermentar.