El Señor le preguntó: ¿De dónde vienes? El respondió: De dar vueltas por la tierra.
Lucas 11:24 - Nueva Biblia Española (1975) Cuando al espíritu inmundo lo echan de un hombre, va atravesando lugares resecos buscando alojamiento; y al no encontrarlo dice: Me vuelvo a mi casa, de donde me echaron. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí. Biblia Nueva Traducción Viviente »Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va al desierto en busca de descanso, pero como no lo encuentra, dice: “Volveré a la persona de la cual salí”. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando el espíritu malo sale del hombre, empieza a recorrer lugares áridos buscando un sitio donde descansar. Como no lo encuentra, se dice: Volveré a mi casa, de donde tuve que salir. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando un espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos buscando reposo; y al no hallarlo,° dice: Regresaré a mi casa de donde salí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando el espíritu impuro sale del hombre, vaga por los desiertos buscando reposo; y, al no encontrarlo, se dice: 'Me volveré a la casa de donde salí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Regresaré a mi casa de donde salí. |
El Señor le preguntó: ¿De dónde vienes? El respondió: De dar vueltas por la tierra.
El Señor le preguntó: ¿De dónde vienes? El respondió: De dar vueltas por la tierra.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi garganta tiene sed de ti, mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agotada, sin agua.
no duermen si no cometen crímenes, pierden el sueño si no hunden a alguien,
páramo será un estanque, lo reseco un manantial, la hierba cañas y juncos, en el cubil donde se tumbaban chacales.
voy a derramar agua sobre el sequedal y torrentes en el páramo; voy a derramar mi aliento sobre tu estirpe y mi bendición sobre tus vástagos.
Jesús, al ver que acudía gente corriendo, ordenó al espíritu inmundo: Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Sal de éste y no vuelvas a entrar en él.
Despéjense, espabílense, que su adversario el diablo, rugiendo como un león, ronda buscando a quién tragarse.