Me darás el primogénito de tus hijos; lo mismo harás con tus toros y ovejas: durante siete días quedará la cría con su madre y el octavo día me la entregarás.
Levítico 7:23 - Nueva Biblia Española (1975) Di a los israelitas: No comerás grasa de toro, cordero ni cabrito. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Habla a los hijos de Israel, diciendo: Ninguna grosura de buey ni de cordero ni de cabra comeréis. Biblia Nueva Traducción Viviente «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: nunca deberás comer grasa, ya sea de ganado, de oveja o de cabra. Biblia Católica (Latinoamericana) Habla a los hijos de Israel y diles: No comerán sebo de buey, ni de cordero ni de cabra. La Biblia Textual 3a Edicion Habla a los hijos de Israel, y diles: No comeréis sebo de novillo, ni de cordero, ni de cabra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Habla a los israelitas y diles: no comeréis grasa de buey, de cordero o de cabra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Habla a los hijos de Israel, diciendo: Ninguna grosura de buey, ni de cordero, ni de cabra, comeréis. |
Me darás el primogénito de tus hijos; lo mismo harás con tus toros y ovejas: durante siete días quedará la cría con su madre y el octavo día me la entregarás.
El sacerdote rociará con la sangre el aliar del Señor, situado a la entrada de la tienda del encuentro, y dejará quemarse la grasa en aroma que aplaca al Señor.
porque está oscurecida la mente de este pueblo. Son duros de oído, han cerrado los para no ver con los ojos, ojos ni oír con los oídos, ni entender con la mente, ni convertirse para que yo los cure.
Comportémonos como en pleno día, con decoro: nada de comilonas ni borracheras, nada de orgías ni desórdenes, nada de riñas ni por-: fías.
Si viven de ese modo, van a la muerte, y, al contrario, si con el Espíritu dan muerte a las bajas acciones, vivirán;
¿No comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones? Que se levanten para socorrerlos, que sean su refugio'.
¿Por qué han tratado con desprecio mi altar y las ofrendas que mandé hacer en mi templo? ¿Por qué tienes más respeto a tus hijos que a mí, cebándolos con las primicias de mi pueblo, Israel, ante mis mismos ojos?