También me ocupé de la ofrenda de leña en los tiempos señalados, igual que de las primicias. Acuérdate de mí, Dios mío, para mi bien.
Levítico 6:12 - Nueva Biblia Española (1975) El fuego del altar ha de arder sin apagarse, el sacerdote lo alimentará con leña cada mañana, sobre ella colocará el holocausto y dejará que se queme la grasa de los sacrificios de comunión. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz. Biblia Nueva Traducción Viviente Entre tanto, el fuego del altar debe mantenerse ardiendo; nunca deberá apagarse. Cada mañana el sacerdote le echará leña nueva al fuego. Luego acomodará la ofrenda quemada sobre él, y también quemará la grasa de las ofrendas de paz. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé habló a Moisés para decirle: La Biblia Textual 3a Edicion En tanto, el fuego de sobre el altar arderá en él sin extinguirse. El sacerdote quemará leños en él cada mañana, y acomodará encima el holocausto, dejando consumir en él las grasas de las ofrendas de paz. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Habló Yahveh a Moisés diciéndole: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el fuego se mantendrá encendido sobre el altar, no ha de apagarse, sino que el sacerdote quemará leña en él cada mañana, y acomodará sobre él el holocausto, y quemará sobre él la grosura de las ofrendas de paz. |
También me ocupé de la ofrenda de leña en los tiempos señalados, igual que de las primicias. Acuérdate de mí, Dios mío, para mi bien.
y la habitación orientada al norte es para los sacerdotes que atienden al servicio del altar, es decir, los sadoquitas, escogidos entre los levitas para servir al Señor.
Después se cambiará de vestiduras para sacar la ceniza fuera del campamento a un lugar puro.
Es un fuego que ha de arder sobre el altar continuamente, sin apagarse. Los aaronitas llevarán la ofrenda al altar, a la presencia del Señor.
Da estas órdenes a Aarón y a sus hijos: El holocausto arderá sobre el fuego del altar de la noche a la mañana, y el fuego del altar arderá sin apagarse.
De la presencia del Señor salió fuego que devoró el holocausto y la grasa. Al verlo, el pueblo aclamó y cayó rostro en tierra.
queda sólo la perspectiva espantosa de un juicio y el furor de un fuego dispuesto a devorar a los enemigos.