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Levítico 22:10 - Nueva Biblia Española (1975)

Ningún extraño comerá de lo santo: ni el sirviente del sacerdote ni el jornalero lo comerán.

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Biblia Reina Valera 1960

Ningún extraño comerá cosa sagrada; el huésped del sacerdote, y el jornalero, no comerán cosa sagrada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»A nadie fuera de la familia del sacerdote se le permite comer de las ofrendas sagradas. Ni siquiera los huéspedes ni los obreros contratados en el hogar del sacerdote podrán comerlas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ningún extraño comerá de las cosas sagradas; el que viva en casa del sacerdote o que trabaje a su servicio, no comerá de las cosas sagradas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Ningún extraño° comerá de lo santo. Ni el huésped del sacerdote ni el jornalero podrán comer de lo santo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ningún extraño comerá cosa sagrada; ni el que habita en la casa del sacerdote ni el asalariado la comerán.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Ningún extraño comerá cosa santa; el huésped del sacerdote, ni el jornalero, no comerá cosa santa.

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Levítico 22:10
11 Tagairtí Cros  

El gobernador les ordenó que no comieran de los alimentos sagrados hasta que apareciera un sacerdote experto en consultar las suertes.


El Señor dijo a Moisés y a Aarón: Ningún extranjero la comerá.


Ni el sirviente ni el jornalero la comerán.


Comerán la parte con que se hizo la expiación al ordenarlos y consagrarlos. Ningún extraño la puede comer, porque es porción santa.


En vez de atender al servicio de mis cosas santas, les encargan a ellos el servicio de mi santuario.


Podrá comer la comida de su Dios, de la porción sagrada como de la santa;


Pero si enviuda o es repudiada sin tener descendencia y vuelve a la casa paterna como en su juventud, podrá comer de la comida de su padre. Pero ningún extraño podrá comerla.


Encarga a Aarón y a sus hijos que salvaguarden el sacerdocio. Al extraño que se meta, se le dará muerte.


Entró en la casa de Dios y comieron de los panes dedicados, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus hombres, sino sólo a los sacerdotes.


Entonces el sacerdote le dio pan consagrado, porque no había allí más pan que el presentado al Señor, retirado de la presencia del Señor para poner el pan reciente del día.


(Estaba allí aquel día uno de los empleados de Saúl, detenido en el templo; se llamaba Doeg, edomita, mayoral de los pastores de Saúl).