Ofrecerá al Señor a la entrada de la tienda del encuentro un carnero como víctima penitencial.
Levítico 19:22 - Nueva Biblia Española (1975) El sacerdote, con el carnero del sacrificio penitencial, expiará por él, por el pecado que cometió, en presencia del Señor. Y se le perdonará el pecado que cometió. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y con el carnero de la expiación lo reconciliará el sacerdote delante de Jehová, por su pecado que cometió; y se le perdonará su pecado que ha cometido. Biblia Nueva Traducción Viviente El sacerdote entonces lo purificará ante el Señor con el carnero de la ofrenda por la culpa, y al hombre se le perdonará el pecado. Biblia Católica (Latinoamericana) Con este carnero el sacerdote hará reparación por él ante Yavé, por el pecado que cometió, y se le perdonará el pecado. La Biblia Textual 3a Edicion Y el sacerdote hará expiación por él delante de YHVH con el carnero de la ofrenda por la culpa, por el pecado con el que pecó, y el pecado que haya cometido le será perdonado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Con el carnero de reparación el sacerdote hará por él la expiación delante de Yahveh por el pecado que ha cometido y el pecado cometido le será perdonado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el sacerdote hará expiación por él con el carnero de la ofrenda por la transgresión, delante de Jehová, por su pecado que ha cometido; y el pecado que ha cometido le será perdonado. |
Ofrecerá al Señor a la entrada de la tienda del encuentro un carnero como víctima penitencial.
Cuando entren en la tierra y planten árboles frutales, por tres años se abstendrán de cortar sus frutos: los dejarán incircuncisos. Sus frutos no se comerán.
Hará con este novillo como se hace con el del sacrificio expiatorio. El sacerdote expía así por ellos y quedan perdonados.
Toda la grasa la dejará quemarse sobre el altar, como se hace en los sacrificios de comunión. El sacerdote expía así por Su transgresión, y queda perdonado.
Le quitará toda la grasa, como en los sacrificios de comunión, y la dejará quemarse sobre el altar como aroma que aplaca al Señor. El sacerdote expía así por él, y queda perdonado.
Le quitará toda la grasa, como al cordero de los sacrificios de comunión, y la dejará quemarse sobre el altar en oblación al Señor. El sacerdote expía así por su transgresión, y queda perdonado.
Si no tiene lo suficiente para un cabrito, por la transgresión cometida ofrecerá al Señor dos tórtolas o dos pichones: uno en sacrificio expiatorio y el otro en holocausto.