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Jueces 4:17 - Nueva Biblia Española (1975)

Mientras tanto, Sisara había huido a pie hacia la tienda de Yael, esposa de Jéber, el quenita, porque había buenas relaciones entre Yabín, rey de Jasor, y la familia de Jéber, el quenita.

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Biblia Reina Valera 1960

Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael mujer de Heber ceneo; porque había paz entre Jabín rey de Hazor y la casa de Heber ceneo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Mientras tanto, Sísara corrió hasta la carpa de Jael, la esposa de Heber, el ceneo, porque la familia de Heber tenía amistad con el rey Jabín, de Hazor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Sísera había huido a pie hasta la tienda de Yael, mujer de Jeber el quenita, porque reinaba la paz entre Yabin, rey de Hasor, y Jeber el quenita.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Sísara, pues, había huido a pie hasta la tienda de Jael, mujer de Heber ceneo, porque había paz entre Yabín rey de Hazor y la casa de Heber ceneo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sísara huyó a pie hacia la tienda de Yael, esposa de Jéber, el quenita, pues había paz entre Yabin, rey de Jasor y la casa de Jéber, el quenita.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, esposa de Heber cineo; porque había paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber el cineo.

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Jueces 4:17
14 Tagairtí Cros  

el mismo que arroja desprecio sobre los príncipes y los descarría por una inmensidad sin caminos, -


Que su mesa se vuelva una trampa, sus manjares un lazo;


La soberbia del hombre lo humillará, el humilde conservará su honor.


No hay paz para los malvados -dice mi Dios-.


el más valiente entre los soldados huirá desnudo aquel día -oráculo del Señor- .


Barac fue persiguiendo al ejército y los carros hasta Jaróset de los Pueblos. Todo el ejército de Sisara cayó a filo de espada, no quedó ni uno.


Yael salió a su encuentro y lo invitó: Pasa, señor; pasa, no temas. Sisara pasó a la tienda, y Yael lo tapó con una manta,


¡Bendita entre las mujeres Yael, mujer de Jéber, el quenita, bendita entre las que habitan en tiendas!


En tiempo de Sangar, hijo de Anat, en tiempo de Yael, los caminos no se usaban, las caravanas andaban por sendas tortuosas;