Elías les dijo: Agarren a los profetas de Baal. Que no escape ninguno. Los agarraron. Elías los bajó al torrente Quisón y allí los degolló.
Jueces 4:13 - Nueva Biblia Española (1975) movilizó sus carros -novecientos carros de hierro- y toda su infantería, y avanzó desde Jaróset hasta el torrente Quisón. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y reunió Sísara todos sus carros, novecientos carros herrados, con todo el pueblo que con él estaba, desde Haroset-goim hasta el arroyo de Cisón. Biblia Nueva Traducción Viviente mandó llamar a sus novecientos carros de guerra hechos de hierro y a todos sus guerreros, y marcharon desde Haroset-goim hasta el río Cisón. Biblia Católica (Latinoamericana) Sísera reunió entonces a todos sus carros de hierro que llegaban a novecientos, como también a sus tropas, y vinieron de Haroset-ha-Goyim hasta el torrente de Quisón. La Biblia Textual 3a Edicion Por lo cual Sísara reunió todos sus carros, novecientos carros de hierro, con todo el pueblo que estaba con él, desde Haroset-goim hasta el torrente de Cisón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sísara reunió todos sus carros, novecientos carros de hierro, y todo su ejército, desde Jaróset Hagoin hasta el torrente Quisón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y reunió Sísara todos sus carros, novecientos carros herrados, con todo el pueblo que con él estaba, desde Haroset de los gentiles hasta el arroyo de Cisón. |
Elías les dijo: Agarren a los profetas de Baal. Que no escape ninguno. Los agarraron. Elías los bajó al torrente Quisón y allí los degolló.
Los de José replicaron: No nos basta la sierra. Por otra parte, los cananeos que viven en el valle (los del municipio de Beisán y los del valle de Yezrael) tienen carros de hierro.
no logró expulsar a los habitantes del valle, porque tenían carros de hierro, pero el Señor estaba con Judá, y conquistó la montaña.
En cuanto avisaron a Sisara que Barac, hijo de Abinoán, había subido al Tabor, '
que a Sisara, general del ejército de Yabín, yo te lo llevaré junto al torrente Quisón, con sus carros y sus tropas, y te lo entregaré.
Llegaron los reyes al combate, combatieron los reyes de Canaán: en Taanac, junto a las aguas de Meguido, no ganaron ni una pieza de plata.