Mujer.-Con lo que acabas de decir, te condenas a ti mismo, porque al no dejar que vuelva el desterrado estás atentando contra el pueblo de Dios.
Jueces 20:2 - Nueva Biblia Española (1975) Asistieron a la asamblea del Pueblo de Dios los dignatarios del pueblo y todas las tribus de Israel: cuatrocientos mil soldados armados de espada. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y los jefes de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, se hallaron presentes en la reunión del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie que sacaban espada. Biblia Nueva Traducción Viviente Los líderes de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel —cuatrocientos mil guerreros armados con espadas—, ocuparon sus puestos en la asamblea del pueblo de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Participaron en esta asamblea del pueblo de Dios los jefes del pueblo y todas las tribus de Israel: eran como cuatrocientos mil hombres que sabían manejar la espada. La Biblia Textual 3a Edicion Y los jefes de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, tomaron su puesto en la asamblea del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie armados de espada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los príncipes de todo el pueblo y todas las tribus de Israel se presentaron a la asamblea del pueblo de Dios: cuatrocientos mil hombres de a pie armados de espada. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los jefes de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, se hallaron presentes en la reunión del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie que sacaban espada. |
Mujer.-Con lo que acabas de decir, te condenas a ti mismo, porque al no dejar que vuelva el desterrado estás atentando contra el pueblo de Dios.
Joab entregó al rey los resultados del censo: en Israel había ochocientos mil hombres aptos para el servicio militar, y en Judá, quinientos mil.
Cuando el rey de Moab vio que llevaba las de perder, tomó consigo setecientos hombres armados de espada para abrirse paso hacia el rey de Siria, pero no pudo.
De las ciudades de Benjamín se alistaron aquel día veintiséis mil hombres armados de espada, sin contar a los vecinos de Loma.
Los israelitas, excluidos los benjaminitas, alistaron cuatrocientos mil hombres armados de espada, todos ellos gente aguerrida.
Los benjaminitas se enteraron de que los israelitas habían ido a Atalaya. Los israelitas empezaron: Ustedes dirán cómo se cometió ese crimen.
Zébaj y Salmuná estaban en Carcor con sus tropas, unos quince mil hombres. Era todo lo que quedaba de los soldados de los orientales, pues las bajas habían sido ciento veinte mil.
Saúl les pasó revista en Centella: los de Israel eran trescientos mil y treinta mil los de Judá.