y descubrí que es más trágica que la muerte la mujer cuyos pensamientos son redes y lazos y sus brazos cadenas. El que agrada a Dios se librará de ella, el pecador quedará atrapado en ella.
Jueces 16:19 - Nueva Biblia Española (1975) Dalila dejó que Sansón se durmiera en sus rodillas, y entonces llamó a un hombre, que cortó los siete mechones de la cabeza de Sansón, y Sansón empezó a debilitarse, su fuerza desapareció. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, quien le rapó las siete guedejas de su cabeza; y ella comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él. Biblia Nueva Traducción Viviente Dalila arrulló a Sansón hasta dormirlo con la cabeza sobre su regazo, y luego hizo entrar a un hombre para que le afeitara las siete trenzas del cabello. De esa forma, ella comenzó a debilitarlo, y la fuerza lo abandonó. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de haber hecho dormir a Sansón en sus rodillas, llamó a un hombre para que le cortara las siete trenzas de su cabellera y comenzó a perder sus fuerzas: su fuerza se le había ido. La Biblia Textual 3a Edicion Ella entonces lo adormeció sobre sus rodillas, y enseguida llamó al hombre que le rapó las siete trenzas de su cabeza, y ella misma comenzó a dominarlo, pues su fuerza se había retirado de él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ella, por su parte, logró que él se durmiera sobre sus rodillas y, llamando a un hombre, hizo que le cortara las siete trenzas de su cabellera. Comenzó él a debilitarse, pues su fuerza se retiró de él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas; y llamado un hombre, le rapó las siete guedejas de su cabeza, y comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él. |
y descubrí que es más trágica que la muerte la mujer cuyos pensamientos son redes y lazos y sus brazos cadenas. El que agrada a Dios se librará de ella, el pecador quedará atrapado en ella.
Dalila se dio cuenta de que le había dicho su secreto, y mandó llamar a los principes filisteos: Vengan ahora, que me ha dicho su secreto. Los principes fueron allá, con el dinero.
Dalila gritó: ¡Sansón, los filisteos! El despertó y se dijo: Saldré como otras veces y me los sacudiré de encima (sin saber que el Señor lo había abandonado).