El comandante se acercó, agarró a Pablo y dio orden de que lo ataran con dos cadenas; luego intentó averiguar quién era y qué había hecho, pero en el gentío cada uno gritaba una cosa.
Jueces 15:13 - Nueva Biblia Española (1975) Le juraron: Sólo queremos apresarte y entregarte, no pretendemos matarte. Entonces lo ataron con dos cuerdas nuevas y lo sacaron de la peña. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y ellos le respondieron, diciendo: No; solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos; mas no te mataremos. Entonces le ataron con dos cuerdas nuevas, y le hicieron venir de la peña. Biblia Nueva Traducción Viviente —Nosotros solo te amarraremos y te entregaremos a los filisteos —respondieron ellos—. No te mataremos. Así que lo amarraron con dos sogas nuevas y lo sacaron de la roca. Biblia Católica (Latinoamericana) Ellos respondieron: 'No, sólo vamos a apresarte y a entregarte a ellos; pero no te mataremos'. Lo amarraron entonces con dos cuerdas nuevas y lo sacaron de los Roqueríos de Etam. La Biblia Textual 3a Edicion Y ellos le respondieron, diciendo: No, tan solo te ataremos y te entregaremos en mano de ellos, pero de seguro no te mataremos. Entonces lo ataron con dos sogas nuevas y lo hicieron subir de la peña. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ellos le respondieron: 'De ningún modo; sólo te ataremos y te entregaremos en sus manos. Pero matarte, no te mataremos'. Lo ataron, pues, con dos cordeles nuevos y le sacaron de la roca. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ellos le respondieron, diciendo: No, solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos; mas no te mataremos. Entonces le ataron con dos cuerdas nuevas, y le hicieron venir de la peña. |
El comandante se acercó, agarró a Pablo y dio orden de que lo ataran con dos cadenas; luego intentó averiguar quién era y qué había hecho, pero en el gentío cada uno gritaba una cosa.
Insistieron: Pues hemos venido para apresarte y entregarte a los filisteos. Sansón les dijo: Júrenme que no me matarán.
Cuando llegó a La Quijada, los filisteos salieron a recibirlo con gran algazara; pero lo invadió el espíritu del Señor, y las cuerdas de sus brazos fueron como mecha que se quema, y las ataduras de sus manos se deshicieron.
El respondió: Si me atan bien con cuerdas nuevas, sin estrenar, perderé la fuerza y seré como uno cualquiera.