Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Jueces 11:3 - Nueva Biblia Española (1975)

Jefté marchó lejos de sus hermanos y se estableció en el país de Tob. Se le juntaron unos cuantos desocupados, que hacían incursiones bajo su mando.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Huyó, pues, Jefté de sus hermanos, y habitó en tierra de Tob; y se juntaron con él hombres ociosos, los cuales salían con él.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que Jefté huyó de sus hermanos y vivió en la tierra de Tob. En poco tiempo, tuvo una banda de rebeldes despreciables que lo seguían.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Jefté se alejó entonces de sus hermanos y se instaló en el territorio de Tob. Se le juntaron aventureros que hacían incursiones con él.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Huyó pues Jefté de la presencia de sus hermanos, y habitó en tierra de Tob. Y se agruparon alrededor de Jefté hombres ociosos que lo acompañaban en sus correrías.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Jefté marchó lejos de sus hermanos y estableció su residencia en la región de Tob. Se le unieron algunos maleantes, que hacían incursiones con él.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Huyendo, pues, Jefté a causa de sus hermanos, habitó en tierra de Tob; y se juntaron con él hombres ociosos, los cuales con él salían.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Jueces 11:3
9 Tagairtí Cros  

Cuando los amonitas cayeron en la cuenta de que habían provocado a David, mandaron gente a contratar veinte mil mercenarios de infantería de los sirios de Casa Grande y los de Soba, mil hombres del rey de Maacá y doce mil del rey de Tob.


Los amonitas salieron a la guerra y formaron para la batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los sirios de Soba, Casa Grande y la gente de Tob y Maacá se quedaban aparte, en el campo.


Envidiosos los judíos, recluta-ron unos maleantes del arroyo y, provocando tumultos, alborotaron la ciudad. Se metieron en casa de Jasón, en busca de Pablo y Silas, para conducirlos ante la plebe;


Galaad tuvo otros hijos de su esposa legítima, y cuando llegaron a la mayoría de edad, echaron de casa a Jefté, diciéndole: Tú no puedes heredar en casa de nuestro padre, porque eres hijo de una mujer extraña.


Le dieron setecientos gramos de plata del templo de Baal del Pacto, y con ese dinero Abimelec asalarió a unos cuantos desocupados y aventureros que se pusieron a sus órdenes.


Se le juntaron unos, cuatrocientos hombres, gente en apuros o llena de deudas o desesperados de la vida. David fue su jefe


Entonces, con sus seiscientos hombres, se pasó a Aquís, hijo de Maón, rey de Gat.