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Jueces 11:10 - Nueva Biblia Española (1975)

Le respondieron: Que el Señor nos juzgue si no hacemos lo que dices.

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Biblia Reina Valera 1960

Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Jehová sea testigo entre nosotros, si no hiciéremos como tú dices.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

—El Señor es nuestro testigo —contestaron los ancianos—. Prometemos hacer todo lo que tú digas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: 'Que Yavé sea testigo en contra nuestra si no actuamos como acabas de decir'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: ¡YHVH sea testigo entre nosotros de que tal como has dicho, así hemos de hacer!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Replicaron los ancianos de Galaad a Jefté: 'Yahveh sea testigo contra nosotros, si no hacemos según lo que dices'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Jehová sea testigo entre nosotros, si no hacemos como tú dices.

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Jueces 11:10
16 Tagairtí Cros  

Entonces Saray dijo a Abrán: Tú eres responsable de esta injusticia; yo he puesto en tus brazos a mi esclava, y ella, al verse encinta, me pierde el respeto. Sea el Señor nuestro juez.


Por tanto, júrame por Dios, aquí mismo, que no me engañarás ni a mí ni a mi estirpe ni a mi linaje, y que me tratarás a mí y a esta tierra mía donde resides con la misma lealtad con que yo te he tratado.


Sí maltratas a mis hijas o tomas otras mujeres, aunque nadie lo vea, Dios será nuestro testigo.


El Dios de Abrahán y el Dios de Najor (Dios de sus padres) será nuestro juez.


No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso.


Porque cometieron una infamia en Israel, adulteraron con la mujer del prójimo y contaron embustes en mi nombre sin que yo los mandara. Lo sé y lo atestiguo, -oráculo del Señor-'.


Ellos dijeron a Jeremías: El Señor sea testigo veraz y fiel contra nosotros si no cumplimos todo lo que el Señor, tu Dios, te mande decirnos.


Escuchen, pueblos todos; atienda, tierra y los que la pueblan: sea el Señor testigo entre ustedes, el Señor en su santo templo.


Yo la he sacado -oráculo del Señor- de los ejércitos- para que entre en casa del ladrón y en casa del que perjura por mi nombre; se instalará en la casa hasta consumir maderas y piedras.


Los llamaré a juicio, seré testigo exacto contra hechiceros, adúlteros y perjuros, contra los que defraudan al obrero de su jornal, oprimen a viudas y huérfanos y atropellan al emigrante sin tenerme respeto -dice el Señor de los ejércitos-.


Bien sabe Dios, a quien doy culto con toda mi alma proclamando la buena noticia de su Hijo, que no se me cae de la boca el nombre de ustedes cada vez que rezo,


y bien sabe Dios, el Padre de nuestro Señor, Jesús Mesías -bendito sea por siempre-, que no miento.


Y di a sus jueces las siguientes normas: 'Escuchen y resuelvan según justicia los pleitos de sus hermanos, entre sí o con emigrantes.


Jefté les dijo: ¿De modo que me llaman para luchar contra los amonitas? Pues si el Señor me los entrega, seré jefe de ustedes.


Samuel añadió: Yo tomo hoy por testigo frente a ustedes al Señor y a su ungido: no me han sorprendido con nada en la mano. Respondieron: Sean testigos.


Que el Señor sea nuestro juez. Y que él me vengue de ti; que mi mano no se alzará contra ti.