Les enviaste pan desde el cielo cuando tenían hambre, hiciste brotar agua de la roca cuando tenían sed. Y les ordenaste tomar posesión de la tierra que, mano en alto, habías jurado darles.
Juan 6:31 - Nueva Biblia Española (1975) Nuestros padres comieron el maná en el desierto; así está escrito: 'Les dio a comer pan del cielo”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. Biblia Nueva Traducción Viviente Después de todo, ¡nuestros antepasados comieron maná mientras andaban por el desierto! Las Escrituras dicen: “Moisés les dio de comer pan del cielo”. Biblia Católica (Latinoamericana) Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, según dice la Escritura: Se les dio a comer pan del cielo. La Biblia Textual 3a Edicion Nuestros padres comieron el maná en el desierto,° como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, conforme está escrito: Pan del cielo les dio a comer '. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. |
Les enviaste pan desde el cielo cuando tenían hambre, hiciste brotar agua de la roca cuando tenían sed. Y les ordenaste tomar posesión de la tierra que, mano en alto, habías jurado darles.
Les diste tu buen espíritu para instruirlos, no les quitaste de la boca tu maná, les diste agua en los momentos de sed.
Los israelitas comieron maná durante cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada. Comieron maná hasta atravesar la frontera de Canaán.
Entonces Jesús les respondió: Pues sí, se lo aseguro: Nunca les dio Moisés el pan del cielo; no, es mi Padre quien les da el verdadero pan del cielo.
Este es el pan bajado del cielo, no como el que comieron sus padres y murieron; quien come pan de éste vivirá para siempre.
y todos bebieron la misma bebida profética, porque bebían de la roca profética que los acompañaba, roca que representaba al Mesías.
Este afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná -que tú no conocías ni conocieron tus padres- para enseñarte que el hombre no vive sólo de pan, sino de todo lo que sale de la boca de Dios.
A partir del día siguiente, cuando comieron de los productos del país, faltó el maná. Los israelitas no volvieron a tener maná; aquel año comieron de los frutos del país de Canaán.
Quién tenga oídos, oiga lo que dice el Espíritu a las iglesias. Al que salga vencedor le daré maná escondido y le daré también una piedra blanca; la piedra lleva escrito un nombre nuevo que sólo sabe el que lo recibe.