no sea que se irrite y vayan a la ruina si llega a inflamarse su ira.
Juan 20:31 - Nueva Biblia Española (1975) Pero éstas quedan escritas para que lleguen a creer que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y, creyendo, tengan vida unidos a él. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero estas se escribieron para que ustedes continúen creyendo que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, al creer en él, tengan vida por el poder de su nombre. Biblia Católica (Latinoamericana) Estas han sido escritas para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Crean, y tendrán vida por su Nombre. La Biblia Textual 3a Edicion pero éstas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Ungido, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero estas se han escrito, para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. |
no sea que se irrite y vayan a la ruina si llega a inflamarse su ira.
Voy a proclamar el decreto del Señor. El me ha dicho: 'Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy.
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.
El capitán y los soldados que con él custodiaban a Jesús, viendo el terremoto y todo lo que pasaba, dijeron aterrados: Verdaderamente éste era el Hijo de Dios.
El tentador se le acercó y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que las piedras éstas se conviertan en panes.
El que crea y se bautice, se salvará; el que se niegue a creer, se condenará.
El ángel le contestó: El Espíritu Santo bajará sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso al que va a nacer lo llamarán 'Consagrado', Hijo de Dios.
y en su nombre se predicará el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.
Natanael le respondió: Señor mío, tú eres el hijo de Dios, tu eres rey de Israel.
El ladrón no viene más que para robar, sacrificar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y les rebose.
El que lo ha visto personalmente deja testimonio -y este testimonio suyo es verdadero, y él sabe que dice la verdad- para que también ustedes lleguen a creer.
El que le presta adhesión no está sujeto a sentencia; el que se niega a prestársela ya tiene la sentencia, por su negativa a prestarle adhesión en su calidad de Hijo único de Dios.
quien presta adhesión al Hijo posee vida definitiva, quien no hace caso al Hijo no sabrá lo que es vida: no, la reprobación de Dios queda sobre él.
Sí, os aseguro que quien escucha mi mensaje y así da fe del que me mandó, posee vida definitiva y no está sujeto ajuicio, ya ha pasado de la muerte a la vida.
Porque éste es el designio de mi Padre, que todo el que reconoce al Hijo y le presta adhesión tenga vida definitiva y lo resucite yo en el último día.
EL testimonio de los Profetas es unánime: que todo el que cree en él recibe por su medio el perdón de los pecados.
Como este que ustedes ven aquí y que conocen ha tenido fe en él, él le ha dado vigor; esta fe lo ha dejado completamente sano como han visto todos.
y muy pronto se puso a predicar en las sinagogas afirmando que Jesús es el Hijo de Dios.
Si uno confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios está con él y él con Dios;
Quien cree que Jesús es el Mesías ha nacido de Dios, y quien ama al que le dio el ser, ama también a todo el que ha nacido de él.
Sabemos que ha venido el Hijo de Dios y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero, y estamos con el verdadero, gracias a su Hijo, Jesús el Mesías. Ese es el verdadero Dios y vida eterna.
Quien va demasiado lejos y no se mantiene en la enseñanza del Mesías, no tiene a Dios; quien permanece en esa enseñanza, ése sí tiene al Padre y al Hijo.
Para el mensajero de la iglesia de Tiatira escribe así: Esto dice el Hijo de Dios, el de ojos llameantes y pies como bronce: