Le repuso Pedro: Aunque todos fallen por causa tuya, yo nunca fallaré.
Juan 18:17 - Nueva Biblia Española (1975) Le dice entonces a Pedro la sirvienta que hacía de portera: ¿No eres también tú discípulo del hombre ése? Dijo él: Yo no. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dijo él: No lo soy. Biblia Nueva Traducción Viviente La mujer le preguntó a Pedro: —¿No eres tú también uno de los discípulos de ese hombre? —No —le contestó Pedro—, no lo soy. Biblia Católica (Latinoamericana) La muchacha que hacía de portera dijo a Pedro: '¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre. Pedro le respondió: 'No lo soy'. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces la criada portera dice a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dice él: No soy. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces la criada, la portera, dice a Pedro: '¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?'. Contesta él: 'No lo soy'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces la criada que guardaba la puerta, dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Él dijo: No soy. |
Le repuso Pedro: Aunque todos fallen por causa tuya, yo nunca fallaré.
Lo prendieron, se lo llevaron y lo condujeron a casa del sumo sacerdote. Pedro lo seguía de lejos.
Pedro, en cambio, se quedó junto a la puerta, fuera. Salió entonces el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, se lo dijo a la portera y condujo a Pedro dentro.
Estaba Simón Pedro de pie calentándose. Le dijeron: ¿No eres tú también discípulo suyo? Lo negó él diciendo: Yo no.
Le contestaron: A Jesús el Nazareno. Les dijo: Soy yo. Y Judas, el que lo entregaba, estaba también presente con ellos.
Replicó Jesús: Les he dicho que soy yo; pues si me buscan a mí, dejen que se marchen éstos.
Después de almorzar, le preguntó Jesús a Simón Pedro: Simón de Juan, ¿me amas a mí más que a éstos? Le respondió: Señor, sí, tu sabes que te quiero. Le dijo: Lleva mis corderos a pastar.
Llamó a la puerta de la calle, y una muchacha de nombre Rosa fue a ver quién era;