Porque esté quieto, ¿podrá alguien condenarlo? Y si esconde su rostro, ¿quién podrá verlo? Vela sobre pueblos y hombres
Juan 16:22 - Nueva Biblia Española (1975) Así, también ustedes sienten ahora tristeza, pero cuando aparezca entre ustedes se alegrarán, y su alegría no se la quitará nadie. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que ahora ustedes tienen tristeza, pero volveré a verlos; entonces se alegrarán, y nadie podrá robarles esa alegría. Biblia Católica (Latinoamericana) Así también ustedes ahora sienten tristeza, pero yo los volveré a ver y su corazón se llenará de alegría, y nadie les podrá arrebatar ese gozo. La Biblia Textual 3a Edicion También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os veré otra vez y vuestro corazón se alegrará, y nadie os quita° vuestro gozo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 También vosotros sentís tristeza ahora; pero yo volveré a veros y entonces se alegrará vuestro corazón y esa alegría vuestra nadie os la quitará. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así vosotros ahora ciertamente tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo. |
Porque esté quieto, ¿podrá alguien condenarlo? Y si esconde su rostro, ¿quién podrá verlo? Vela sobre pueblos y hombres
Aquel día se dirá: Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara: celebremos y festejemos su salvación.
y vendrán entre aclamaciones a la altura de Sión, afluirán hacia los bienes del Señor: trigo y vino y aceite, y rebaños de vacas y ovejas; serán como huerto regado, no volverán a desfallecer,
Con miedo, pero con mucha alegría, se marcharon a toda prisa del sepulcro y corrieron a anunciárselo a los discípulos.
sólo una es necesaria. Sí, María ha escogido la parte mejor, y ésa no se le quitará.
Pero Abrahán le contestó: Hijo, recuerda que en vida te tocó a ti lo bueno y a Lázaro lo malo; por eso ahora él encuentra consuelo y tú padeces.
Les digo que a todo el que produce, se le dará, y que al que no produce, se le quitará hasta lo que tiene.
Como todavía no acababan de creer de pura alegría y no salían de su asombro, les dijo: ¿Tienen algo de comer?
No estén intranquilos; mantengan su adhesión a Dios manteniéndola a mí.
Dentro dé poco, el mundo dejará de verme; ustedes, en cambio, me verán, porque yo tengo vida y también ustedes la tendrán.
'Paz' es mi despedida;' paz les deseo, la mía; pero yo no me despido como se despide todo el mundo. No estén intranquilos ni tengan miedo,
Dentro de poco dejarán de verme, pero un poco más tarde me verán aparecer.
Pues sí, les aseguro que ustedes llorarán y se lamentarán; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes se entristecerán, pero su tristeza se convertirá en alegría.
El discípulo a quien quería Jesús le dijo a Pedro: Es el Señor. Simón Pedro, al oír que era el Señor, se ató la ropa a la cintura, pues estaba desnudo, y se tiró al agua.
en cambio, el que haya bebido el agua que yo voy a darle, nunca más tendrá sed; no, el agua que yo voy a darle se le convertirá dentro en un manantial, con agua que salta dando vida definitiva.
mientras los discípulos quedaban llenos de alegría y de Espíritu Santo.
A eso de medianoche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los otros presos escuchaban.
A diario frecuentaban el templo en grupo; partían el pan en las casas y comían juntos
Los apóstoles salieron del Consejo contentos de haber merecido aquella ignominia por causa de Jesús.
los afligidos siempre alegres, los pobres que enriquecen a muchos, los necesitados que todo lo poseen.
Y que ese mismo Señor nuestro, Jesús Mesías en persona y Dios nuestro Padre, que nos demostró su amor dándonos graciosamente un ánimo indefectible y una magnífica esperanza,
De hecho compartieron el sufrimiento de los encarcelados y aceptaron con alegría que les confiscaran los bienes, sabiendo que tenían un patrimonio mejor y estable.
Así, dos actos irrevocables, en los que es imposible que Dios mienta, nos dan brío y ánimo a nosotros tos que buscamos asilo asiéndonos a la esperanza que tenemos delante;
Ustedes no lo vieron, pero lo aman; ahora, creyendo en él sin verlo, sienten un gozo indecible, radiantes de alegría,