Después Abrahán enterró a Sara, su mujer, en la cueva del campo de Macpela, frente a Mambré (hoy Hebrón), en país cananeo.
Juan 11:38 - Nueva Biblia Española (1975) Jesús entonces, reprimiéndose de nuevo, se dirigió al sepulcro. Era una cueva y una losa estaba puesta en la entrada. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús todavía estaba enojado cuando llegó a la tumba, una cueva con una piedra que tapaba la entrada. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús, conmovido de nuevo en su interior, se acercó al sepulcro. Era una cueva cerrada con una piedra. La Biblia Textual 3a Edicion Jesús pues, profundamente conmovido otra vez en sí mismo, va al sepulcro. Era una cueva, y una piedra estaba recostada contra ella. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús, nuevamente conmovido, se acercó al sepulcro, que era una cueva, con una losa puesta encima. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jesús, conmoviéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. |
Después Abrahán enterró a Sara, su mujer, en la cueva del campo de Macpela, frente a Mambré (hoy Hebrón), en país cananeo.
que se labra en lo alto un sepulcro y se excava en la piedra un mausoleo:
Y tú, hijo de Adán, gime doblando la cintura, gime amargamente a la vista de ellos.
y le dijo el Señor: Recorre la ciudad, atraviesa Jerusalén y marca en la frente a los que se lamentan afligidos por las abominaciones que en ella se cometen.
después lo puso en el sepulcro nuevo excavado para él mismo en la roca, rodó una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchó.
Ellos fueron, sellaron la piedra, y con la guardia aseguraron la vigilancia del sepulcro.
Este compró una sábana y, descolgando a Jesús, lo envolvió en la sábana, lo puso en un sepulcro excavado en la roca y rodó una piedra contra la entrada del sepulcro.
Jesús dio un profundo suspiro y dijo: ¡Cómo!, ¡esta clase de gente busca una señal! Les aseguro que a esta clase de gente no se le dará señal.
El sábado guardaron el descanso de precepto, pero el primer día de la semana, de madrugada, fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado.
Jesús entonces, al ver que lloraba ella y que lloraban los judíos que la acompañaban, se reprimió con una sacudida
El primer día de la semana, muy de mañana, cuando aún estaba oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio la losa quitada del sepulcro.