Juan 10:29 - Nueva Biblia Española (1975) Lo que me ha entregado mi Padre es lo que más importa y nadie puede arrancar nada de la mano del Padre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Biblia Nueva Traducción Viviente porque mi Padre me las ha dado, y él es más poderoso que todos. Nadie puede quitarlas de la mano del Padre. Biblia Católica (Latinoamericana) Aquello que el Padre me ha dado es más fuerte que todo, y nadie puede arrebatarlo de la mano de mi Padre. La Biblia Textual 3a Edicion Lo° que me ha dado mi Padre es mayor que todas las cosas, y nadie puede arrebatarlo de la mano del Padre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mi Padre, que me las ha confiado, es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de las manos del Padre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mi Padre que me las dio, mayor que todos es, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. |
ahora sé que el Señor es el más grande de todos los dioses, pues cuando los trataban con arrogancia, el Señor libró al pueblo del dominio egipcio.
¡Qué grandes son sus signos, qué admirables sus prodigios! Su reinado es eterno, su poder dura por todas las edades.
Maldito el embustero que tiene un macho en su rebaño y ofrece una víctima estropeada al Señor. Yo soy el Gran Rey y mi nombre es respetado en las naciones -dice el Señor de los ejércitos-.
yo les doy vida definitiva y no se perderán jamás ni nadie las arrancará de mi mano.
han oído lo que les dije, que me marcho para volver con ustedes. Si me amaran, se alegrarían de que vaya con el Padre, porque el Padre es más que yo.
Padre santo, mantenlos unidos a tu persona, que has hecho presente en mí, para que sean uno como lo somos nosotros.
Ya que has puesto en su mano a la humanidad entera, que dé vida definitiva a todo lo que le has entregado.
He manifestado tu persona a los hombres que me entregaste sacándolos del mundo; tuyos eran, a mí me los entregaste y vienen cumpliendo tu mensaje.
Yo te ruego por ellos; no te ruego por el mundo, sino por los que me has entregado, porque son tuyos, y todo lo mío es tuyo y lo tuyo mío, y en ellos dejo manifiesta mi gloria.
Todo lo que el padre me entrega llega hasta mí, y al que se acerca a mí no lo echo fuera,