Manden a uno de ustedes a buscar a su hermano, mientras los demás quedan presos, y probarán que sus palabras son verdaderas; de lo contrario, por vida del Faraón, que son espías.
Josué 2:1 - Nueva Biblia Española (1975) Josué, hijo de Nun, mandó en secreto dos espías desde Acacias con el encargo de examinar el país. Ellos se fueron, llegaron a Jericó, entraron en casa de una prostituta llamada Rajab y se hospedaron allí. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego Josué envió en secreto a dos espías desde el campamento israelita que estaba en la arboleda de Acacias y les dio la siguiente instrucción: «Exploren bien la tierra que está al otro lado del río Jordán, especialmente alrededor de la ciudad de Jericó». Entonces los dos hombres salieron y llegaron a la casa de una prostituta llamada Rahab y pasaron allí la noche. Biblia Católica (Latinoamericana) Josué hijo de Nun despachó desde Sitim secretamente a dos espías. Les dijo: '¡Vayan! Observen bien el terreno y la ciudad de Jericó'. Después de recorrer su camino, entraron en casa de una prostituta que se llamaba Rahab; allí pasaron la noche. La Biblia Textual 3a Edicion Entretanto, Josué ben Nun había enviado secretamente desde Sitim a dos espías, diciendo: Id y reconoced el país, particularmente° a Jericó. Y ellos fueron a casa de cierta mujer ramera cuyo nombre era Rahab,° y se acostaron allí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sitín dos espías con esta orden: 'Id a explorar el país, y más en especial Jericó'. Fueron, pues, entraron en casa de una meretriz, por nombre Rajab, y se hospedaron allí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Josué, hijo de Nun, envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una mujer ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí. |
Manden a uno de ustedes a buscar a su hermano, mientras los demás quedan presos, y probarán que sus palabras son verdaderas; de lo contrario, por vida del Faraón, que son espías.
Se acordó José de los sueños que había soñado, y les dijo: ¡Son espías! Han venido a observar las zonas desguarnecidas del país.
Pueblo mío, recuerda lo que maquinaba Balac, rey de Moab, y cómo respondió Balaán, hijo de Beor; recuerda desde Acacias a Guilgal, para que comprendas que el Señor tiene razón.
Envía gente a explorar el país de Canaán, que yo voy a entregar a los israelitas; envía uno de cada tribu, y que todos sean jefes.
Estando Israel en Acacias, el pueblo comenzó a prostituirse con las muchachas de Moab,
En la estepa de Moab acamparon a lo largo del Jordán, desde Bet Yesimot hasta Prado de Acacias.
Salmón tuvo, de Rajab, a Booz; Booz tuvo, de Rut, a Obed. Obed fue padre de Jesé;
Miren que yo los mando como ovejas entre lobos: por tanto, sean astutos como serpientes e ingenuos como palomas.
Porque esto que digo, ténganlo por sabido y resabido: nadie que se da a la lujuria, a la inmoralidad o a la codicia, que es una idolatría, tendrá parte en el Reino del Mesías y de Dios.
Por la fe, Rajab, la prostituta, no pereció con los rebeldes, por haber acogido amistosamente a los espías.
Lo mismo vale de Rajab la prostituta: ¿no se la rehabilitó por sus obras?, ¿por acoger a los mensajeros y hacerlos salir por otro camino?
El que se rebele y no obedezca tus órdenes, las que sean, que muera. ¡Tú ten ánimo, sé valiente!
Pero llegó el soplo al rey de Jericó: ¡Cuidado! Han llegado aquí esta tarde unos israelitas a reconocer el país.
Josué madrugó, levantó el campamento de Acacias, llegó hasta el Jordán con todos los israelitas y pernoctaron en la orilla antes de cruzarlo.
Los israelitas estuvieron acampados en Guilgal y celebraron la Pascua el catorce del mismo mes, por la tarde, en la llanura de Jericó.
e hicieron un reconocimiento en las cercanías de Betel (llamada antiguamente Almendral)
Los cinco exploradores del país dijeron a sus paisanos: Sepan que en esta casa hay un efod, unos amuletos y una estatua chapada. Ustedes verán qué hacen.
y los cinco exploradores del país se adelantaron y se metieron dentro a tomar la estatua, el efod, los amuletos y al sacerdote, mientras los seiscientos hombres armados estaban en guardia junto al portal de entrada.
Los danitas enviaron a cinco de sus hombres, gente aguerrida, de Sorá y Estaol, a explorar el país, con el encargo de examinar el país. Fueron a la serranía de Efraín y llegaron a casa de Mica para hacer noche allí.