pastarán corderos como en praderas propias, chivos cebados tascarán en sus ruinas,
Jeremías 8:13 - Nueva Biblia Española (1975) Si intento cosecharlos -oráculo del Señor- no hay racimos en la vid ni higos en la higuera, la hoja está seca; los entregaré a la esclavitud. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Los cortaré del todo, dice Jehová. No quedarán uvas en la vid, ni higos en la higuera, y se caerá la hoja; y lo que les he dado pasará de ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Con toda seguridad los consumiré. No habrá más cosechas de higos ni de uvas; todos sus árboles frutales morirán. Todo lo que les di, pronto se acabará. ¡Yo, el Señor, he hablado!’”. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo me llevaré a todos, dice Yavé: no quedarán racimos en la parra, ni higos en la higuera, y aun las hojas estarán secas. La Biblia Textual 3a Edicion ¡De cierto acabaré con ellos!, dice YHVH. No habrá racimos en la vid, ni higos en la higuera; Hasta las hojas se habrán marchitado, Y lo que les di pasará de ellos.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si voy a cosechar entre ellos -oráculo de Yahveh-, no hay racimos en la viña, ni hay higos en la higuera; incluso el follaje está mustio. Los entregaré a los devastadores. Biblia Reina Valera Gómez (2023) De cierto los consumiré, dice Jehová. No habrá uvas en la vid, ni higos en la higuera, y la hoja caerá; y lo que les he dado pasará de ellos. |
pastarán corderos como en praderas propias, chivos cebados tascarán en sus ruinas,
Si ayunan, no escucharé sus gritos; si ofrecen holocaustos y ofrendas, no los aceptaré; con espada, hambre y peste yo los consumiré.
Por eso, así dice el Señor a los profetas que profetizan en mi nombre sin que yo los haya enviado: Ellos dicen: 'Ni espada ni hambre llegarán a este país'; pues a espada y de hambre acabarán esos profetas;
Será un árbol plantado junto al agua, arraigado junto a la corriente; cuando llegue el calor, no temerá, su follaje seguirá verde, en año de sequía no se asusta, no deja de dar fruto.
comerá tus mieses y tu pan, comerá a tus hijos e hijas, comerá tus vacas y ovejas, comerá tu viña y tu higuera, conquistará a espada las fortalezas en que confías.
Por eso así dice el Señor: Miren, mi ira y cólera se derraman sobre este lugar, sobre hombres y ganados, sobre el árbol silvestre, sobre el fruto del suelo, y arden sin apagarse.
Entonces derramé mi furor sobre ellos, los consumí en el fuego de mi furia; di a cada uno su merecido -oráculo del Señor- .
Arrasaré su vid y su higuera, de los que decía: son mi paga, me las dieron mis amantes. Los reduciré a matorrales y los devorarán las alimañas.
convierte mi viñedo en desolación, reduce las higueras a astillas; pela; descorteza, hasta que blanquean las ramas,
Se agotarán en balde sus fuerzas. Sus campos no darán su cosecha ni los árboles sus frutos.
Aunque la higuera no echa yemas y las cepas no dan fruto, aunque el olivo se niega a su tarea y los campos no dan cosechas, aunque se acaban las ovejas del redil y no quedan vacas en el establo;
porque he reclutado una sequía contra la tierra y los montes: contra el trigo, el vino, el aceite; contra los productos del campo, contra hombres y ganados; contra todas las labores de ustedes.
Hería con tizón y neguilla y granizo sus labores, y no se volvían a mí -oráculo del Señor- .
Les expulsaré la langosta para que no les destruya la cosecha del campo ni les despoje los viñedos de las fincas -dice el Señor de los ejércitos-.
Viendo una higuera junto al camino, se acercó, pero no encontró nada más que hojas; entonces le dijo: Nunca jamás des ya fruto. Y la higuera se secó de repente.
Sale el sol con el calor sofocante y seca la hierba, cae la flor y su bello aspecto perece; pues así se marchitará el rico en medio de sus empresas.