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Jeremías 42:10 - Nueva Biblia Española (1975)

Si se quedan a vivir en esta tierra, los construiré y no los destruiré, los plantaré y no los arrancaré; porque me pesa del mal que les he hecho.

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Biblia Reina Valera 1960

Si os quedareis quietos en esta tierra, os edificaré, y no os destruiré; os plantaré, y no os arrancaré; porque estoy arrepentido del mal que os he hecho.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

“Permanezcan aquí en esta tierra. Si lo hacen, los edificaré y no los derribaré; los plantaré y no los desarraigaré. Pues lamento todo el castigo que tuve que traer sobre ustedes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Si ustedes quieren vivir tranquilamente en esta tierra, yo los edificaré y no los destruiré; los plantaré y no los arrancaré más, pues estoy arrepentido del mal que les he hecho.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Si permanecéis quietos en esta tierra, Yo os edificaré, y no os destruiré. Os plantaré, y no os arrancaré, porque me pesa todo el mal que os he hecho.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Si os quedáis en este país, os edificaré y no os arrasaré, os plantaré y no os arrancaré, porque me arrepiento del mal que os he hecho.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Si os quedáis quietos en esta tierra, os edificaré y no os destruiré; os plantaré y no os arrancaré; porque estoy arrepentido del mal que os he hecho.

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Jeremías 42:10
25 Tagairtí Cros  

El ángel extendió su mano hacia Jerusalén para asolarla.


Cuando el Señor reconstruya a Sión y aparezca en su gloria,


recordando su pacto con ellos, se arrepintió por su insigne lealtad;


Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y cultiva la fidelidad;


Dios salvará a Sión, reconstruirá las ciudades de Judá, y las habitará en posesión.


Y el Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo.


Los miraré con benevolencia, los volveré a traer a esta tierra; los construiré y no los destruiré, los plantaré y no los arrancaré.


¿Le dieron muerte Ezequías, rey de Judá, y todo el pueblo? ¿No respetaron al Señor y lo calmaron y el Señor se arrepintió de la amenaza que había proferido contra ellos? Nosotros, en cambio, estamos a punto de cargarnos con un crimen enorme.


Si una nación rinde el cuello y se somete al rey de Babilonia, la dejaré en su tierra, para que la cultive y la habite -oráculo del Señor- .


Como vigilé sobre ellos para arrancar y arrasar, para destruir y deshacer y maltratar, así vigilaré sobre ellos para edificar y plantar -oráculo del Señor- .


Cambiaré la suerte de Judá y la suerte de Israel, y los edificaré como en otro tiempo;


Y ni Juan, hijo de Carej, ni sus capitanes ni el pueblo obedecieron al Señor, quedándose a vivir en tierra de Judá;


Y los pueblos que queden en su contorno sabrán que yo, el Señor, reedifico lo destruido y planto lo arrasado. Yo, el Señor, lo digo y lo hago.


¿Cómo podré dejarte, Efraín; entregarte a ti, Israel? ¿Cómo dejarte como a Admá; tratarte como a Seboín? Me da un vuelco el corazón, se me conmueven las entrañas.


Rasguen los corazones y no los vestidos; conviértanse al Señor, su Dios, que es compasivo y clemente, paciente y misericordioso, y se arrepiente de las amenazas.


Con esto se compadeció el Señor y dijo: No sucederá.


Con esto se compadeció el Señor y dijo: Tampoco esto sucederá.


Vio Dios sus obras y que se habían convertido de su mala vida, y se arrepintió de la catástrofe con que había amenazado a Nínive y no la ejecutó.


Jonás se fue adentrando en la ciudad y caminó un día entero pregonando: ¡Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada!


rezó al Señor en estos términos: ¡Ah Señor, ya me lo decía yo cuando estaba en mi tierra! Por algo me adelanté a huir a Tarsis; porque sé que eres 'un Dios compasivo y clemente, paciente y misericordioso', que te arrepientes de las amenazas.


Después volveré para levantar de nuevo la choza caída de David; levantaré sus ruinas y la pondré en pie,


porque el Señor defenderá a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos-. Cuando vea que sus manos flaquean, que se consumen amos y criados,


Cuando el Señor hacía surgir jueces, el Señor estaba con el juez, y mientras vivía el juez, los salvaba de sus enemigos, porque le daba lástima oírlos gemir bajo la tiranía de sus opresores.