Jeremías compuso una elegía en su honor, y todos los cantores y cantoras siguen recordándolo en sus elegías. Se han hecho tradicionales en Israel; pueden verse en las Lamentaciones.
Jeremías 4:21 - Nueva Biblia Española (1975) ¿Hasta cuándo tendré que ver la bandera y escuchar la trompeta a rebato? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Hasta cuándo he de ver bandera, he de oír sonido de trompeta? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Hasta cuándo tendré que ver las banderas de combate y oír el toque de trompetas de guerra? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Hasta cuándo tendré que ver estandartes guerreros, y soportar el sonido del clarín?' La Biblia Textual 3a Edicion ¿Hasta cuándo tendré que ver la bandera y oír sonido del shofar?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Hasta cuándo tendré que ver banderas y oír el son de la trompeta? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Hasta cuándo he de ver bandera, y he de oír sonido de trompeta? |
Jeremías compuso una elegía en su honor, y todos los cantores y cantoras siguen recordándolo en sus elegías. Se han hecho tradicionales en Israel; pueden verse en las Lamentaciones.
A principios de año, el rey Nabucodonosor envió a por él y lo llevaron a Babilonia, junto con los objetos de valor del templo. Nombró rey de Judá y Jerusalén a su hermano Sedéelas.
Entonces incitó contra ellos al rey de los caldeos, que mató en su santuario a sus hijos; a todos los entregó en sus manos, sin perdonar joven, muchacha, anciano o canoso.
El rey de Egipto lo destronó, impuso al país un tributo de cien pesos de plata y un peso de oro,
¡Ay mis entrañas, mis entrañas! Me tiemblan las paredes del pecho, tengo el corazón turbado y no puedo callar; porque yo mismo escucho el toque de trompeta, el alarido de guerra,
un golpe llama a otro golpe, el país está deshecho; de repente quedan destrozadas las tiendas y en un momento los pabellones.
Mi pueblo es insensato,' no me reconoce, son hijos necios que no recapacitan: son diestros para el mal, ignorantes para el bien.
sino que iremos a Egipto, donde no conoceremos la guerra, ni oiremos el toque de trompetas, ni pasaremos hambre de pan, y allí viviremos',
Huyan, benjaminitas, de Jerusalén, toquen la trompeta en Tecua, hagan señales en Casalhuerto: asoma por el norte la desgracia, una ruina gigante.