¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del heraldo que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la victoria! Que dice a Sión: 'Ya reina tu Dios'.
Jeremías 4:15 - Nueva Biblia Española (1975) Escucha al mensajero de Dan, al que anuncia desgracias desde la sierra de Efraín: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque una voz trae las nuevas desde Dan, y hace oír la calamidad desde el monte de Efraín. Biblia Nueva Traducción Viviente Tu destrucción ya se anunció desde Dan y la zona montañosa de Efraín. Biblia Católica (Latinoamericana) Lanzan la voz de alarma desde Dan y anuncian la mala noticia desde los cerros de Efraím: La Biblia Textual 3a Edicion Porque una voz trae la noticia desde Dan, Y anuncia la calamidad desde la serranía de Efraín. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues oíd: una voz se escucha desde Dan, se pregona una desgracia desde el monte de Efraín. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque una voz proclama desde Dan, y anuncia aflicción desde el monte de Efraín. |
¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del heraldo que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la victoria! Que dice a Sión: 'Ya reina tu Dios'.
Escuchen un mensaje: Ya llega con gran estruendo del país del norte, para convertir los poblados de Judá en desolación, en guarida de chacales.
Huyan, benjaminitas, de Jerusalén, toquen la trompeta en Tecua, hagan señales en Casalhuerto: asoma por el norte la desgracia, una ruina gigante.
Desde Dan se escucha el resoplar de los caballos, cuando relinchan los corceles, retiembla la tierra, llegan y devoran el país y a sus habitantes, la ciudad con sus vecinos.
Josué les contestó: Si son tantos, suban a los bosques y vayan talando la zona de los fereceos y refaimitas, si es que les viene estrecha la sierra de Efraín.
Entonces los israelitas apartaron Cades de Galilea, en los montes de Neftalí; Siquén, en la serranía de Efraín; Villa Arbá (o sea, Hebrón), en la serranía de Judá.
llamándola Dan, en recuerdo del patriarca hijo de Israel. Antiguamente se llamaba Lais.
Todos los israelitas, desde Dan hasta Berseba, incluido el país de Galaad, fueron como un solo hombre a reunirse en asamblea ante el Señor en Atalaya.