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Jeremías 3:5 - Nueva Biblia Española (1975)

pensando: 'No me vas a guardar un rencor eterno', y seguías obrando maldades, tan tranquila.

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Biblia Reina Valera 1960

¿Guardará su enojo para siempre? ¿Eternamente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¡Seguro que no estarás enojado para siempre! ¡Sin duda puedes olvidar lo que he hecho!”. Hablas de esta manera, pero sigues haciendo todo el mal posible».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Así hablabas, y proseguías feliz cometiendo tus maldades.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pensando: No guardará rencor para siempre, No estará indignado hasta el fin; Pero sigues haciendo cuantas maldades están a tu alcance.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¿Estará enojado por siempre o guardará rencor hasta el fin? Esto es lo que dices, pero haces las maldades que puedes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿Guardará su enojo para siempre? ¿Eternamente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste.

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Jeremías 3:5
14 Tagairtí Cros  

Ahora tengo el propósito de sellar una alianza con el Señor, Dios de Israel, para que cese en su ira contra nosotros.


¿vas a estar siempre indignado o a prolongar tu ira de edad en edad?,


¿no vas a devolvernos la vida para que tu pueblo se alegre contigo?


Ño estaré en pleito perpetuo ni me irritaré por siempre, porque ante mi sucumbirían el espíritu y el aliento que yo he creado.


No te excedas en la ira, Señor, no recuerdes siempre nuestra culpa: mira que somos tu pueblo.


Ve y proclama este mensaje hacia el norte: Vuelve, Israel, apóstata -oráculo del Señor- , que no les pondré mala cara, porque soy leal y no guardo rencor eterno -oráculo del Señor- .


Entonces, ¿por qué este pueblo de Jerusalén ha apostatado irrevocablemente? Se afianza en la rebelión, se niega a convertirse.


He escuchado atentamente: No dicen la verdad, nadie se arrepiente de su maldad diciendo: ¿Qué he hecho? Todos vuelven a sus extravíos como caballo que se lanza a la batalla.


Mira, los príncipes de Israel derraman en ti sangre a porfía.


¡Ay de los que planean maldades y traman iniquidades en sus camas! Al amanecer las ejecutan, porque tienen poder.


sus manos son buenas para la maldad: el príncipe exige, el juez se soborna, el poderoso declara sus ambiciones;