Y el Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo.
Jeremías 26:13 - Nueva Biblia Española (1975) Y ahora enmienden su conducta y sus acciones, obedezcan al Señor, su Dios, y el Señor se arrepentirá de las amenazas que ha proferido contra ustedes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mejorad ahora vuestros caminos y vuestras obras, y oíd la voz de Jehová vuestro Dios, y se arrepentirá Jehová del mal que ha hablado contra vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente pero si ustedes dejan de pecar y comienzan a obedecer al Señor su Dios, él cambiará de parecer acerca del desastre que anunció contra ustedes. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora bien, corrijan su conducta y mejoren sus obras, escuchen la voz de Yavé, y él no ejecutará el mal con que los amenaza. La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, enmendad vuestros caminos y vuestras obras, y escuchad la voz de YHVH vuestro Dios, para que YHVH desista de haceros el mal que ha predicho contra vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ahora, pues, enmendad vuestra conducta y vuestras obras y escuchad la voz de Yahveh, vuestro Dios, para que Yahveh se arrepienta del mal que ha predicho contra vosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ahora, mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y oíd la voz de Jehová vuestro Dios, y se arrepentirá Jehová del mal que ha hablado contra vosotros. |
Y el Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo.
que el malvado abandone su camino y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad; a nuestro Dios, que es rico en perdón.
que yo impuse a sus padres cuando los saqué de Egipto, de aquel horno de hierro: 'Obedézcanme y hagan lo que les mando; así serán mi pueblo y yo seré su Dios'.
Y ahora habla a los judíos y a los vecinos de Jerusalén: Así dice el Señor: Yo, el alfarero, les preparo un castigo y medito un plan contra ustedes. Que se convierta cada cual de su mala conducta, enmienden su conducta y sus acciones.
si ese pueblo al que me refiero se convierte de su maldad, yo me arrepentiré del mal que pensaba hacerles.
¿Le dieron muerte Ezequías, rey de Judá, y todo el pueblo? ¿No respetaron al Señor y lo calmaron y el Señor se arrepintió de la amenaza que había proferido contra ellos? Nosotros, en cambio, estamos a punto de cargarnos con un crimen enorme.
A ver si se convierte cada uno de su mala conducta y yo puedo arrepentirme del castigo que preparo contra ellos por sus malas acciones.
Sin cesar les envié a mis siervos los profetas a que les dijeran: Que se convierta cada cual de su mala conducta y que enmiende sus acciones; no sigan a dioses extraños, dándoles culto; así habitarán en la tierra que les di a ustedes y a sus padres. Pero no prestaron oído ni me hicieron caso.
A ver si escuchan los judíos las amenazas que pienso ejecutar contra ellos y se convierte cada cual de su mala conducta y puedo perdonar sus crímenes y pecados.
Respondió Jeremías: No te entregarán. Obedece al Señor en lo que te comunico y te irá bien, y salvarás la vida.
Si se quedan a vivir en esta tierra, los construiré y no los destruiré, los plantaré y no los arrancaré; porque me pesa del mal que les he hecho.
Pues diles: Por mi vida -oráculo del Señor- , juro que no quiero la muerte del malvado, sino que cambie de conducta y viva. ¡Conviértanse, cambien de conducta, malvados, y no morirán, casa de Israel!
Quizá se arrepienta y vuelva, dejando a su paso bendición, ofrenda y libación para el Señor, su Dios.
A ver si Dios se arrepiente, cesa el incendio de su ira y no perecemos.
rezó al Señor en estos términos: ¡Ah Señor, ya me lo decía yo cuando estaba en mi tierra! Por algo me adelanté a huir a Tarsis; porque sé que eres 'un Dios compasivo y clemente, paciente y misericordioso', que te arrepientes de las amenazas.
porque el Señor defenderá a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos-. Cuando vea que sus manos flaquean, que se consumen amos y criados,
y, así consumado, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen a él,
Cuando el Señor hacía surgir jueces, el Señor estaba con el juez, y mientras vivía el juez, los salvaba de sus enemigos, porque le daba lástima oírlos gemir bajo la tiranía de sus opresores.