Este templo será un montón de ruinas; los que pasen se asombrarán y silbarán, comentando: '¿Por qué ha tratado así el Señor a este país y a este templo?'.
Jeremías 19:8 - Nueva Biblia Española (1975) Haré de esta ciudad espanto y burla: los que pasen junto a ella se espantarán y silbarán a la vista de tantas heridas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pondré a esta ciudad por espanto y burla; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y se burlará sobre toda su destrucción. Biblia Nueva Traducción Viviente Reduciré a ruinas a Jerusalén, y así la haré un monumento a su necedad. Todos los que pasen por allí quedarán horrorizados y darán un grito ahogado a causa de la destrucción que verán. Biblia Católica (Latinoamericana) Transformaré este lugar en un desierto, en un objeto de risa, de manera que cualquiera que pase quedará admirado y silbará al ver tantas heridas. La Biblia Textual 3a Edicion Convertiré esta ciudad en objeto de asombro y de silbido: todo el que pase por ella se asombrará y silbará a causa de todas sus plagas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Haré de esta ciudad un horror y una rechifla: todo el que pase por ella quedará horrorizado y rechiflará a causa de todas sus heridas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y pondré a esta ciudad en desolación y burla; todo aquel que pase por ella se quedará atónito, y silbará a causa de todas sus plagas. |
Este templo será un montón de ruinas; los que pasen se asombrarán y silbarán, comentando: '¿Por qué ha tratado así el Señor a este país y a este templo?'.
convirtiendo así su tierra en desolación y burla perpetua, los viandantes se espantan y sacuden la cabeza.
A Jerusalén y a los pueblos de Judá, a sus reyes y nobles, para convertirlos en desierto desolado, en burla y maldición. Cosa que sucede hoy.
Lo juro por mí mismo -oráculo del Señor- : Bosra se convertirá en espanto, oprobio, ruina, maldición; todos sus pueblos serán ruinas perpetuas.
Por la cólera del Señor quedará deshabitada y hecha toda un desierto; los que pasen junto a Babilonia silbarán espantados al ver tantas heridas.
Los mercaderes de los pueblos silban por ti; ¡siniestro desenlace!, dejarás de existir para siempre.
Yo asolaré el país, y los enemigos de ustedes, sus ocupantes, se horrorizarán de él.
Se observan los decretos de Ómrí y las prácticas de Ajab; siguen ustedes sus consejos; así que los devastaré, entregaré la población al oprobio y tendrán que soportar la afrenta de mi pueblo.
Esta es la ciudad bullanguera que vivía confiada, que pensaba: 'Yo y nadie más', quedó reducida a escombros, a madriguera de fieras; los que pasan junto a ella silban y agitan la mano.
Serás el asombro, el refrán y la burla de todos los pueblos adonde te deporte el Señor, tu Dios.
Las generaciones venideras, los hijos que les sucedan y los extranjeros que vengan de lejanas tierras, cuando vean las plagas de esta tierra, las enfermedades con que la castigará el Señor