Jeremías 15:11 - Nueva Biblia Española (1975) De veras, Señor, te he servido fielmente: en el peligro y en la desgracia he intercedido en favor de mi enemigo; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¡Sea así, oh Jehová, si no te he rogado por su bien, si no he suplicado ante ti en favor del enemigo en tiempo de aflicción y en época de angustia! Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor respondió: —Yo cuidaré de ti, Jeremías; tus enemigos te pedirán que ruegues a su favor en tiempos de aflicción y angustia. Biblia Católica (Latinoamericana) Di, Yavé, si no te he servido bien: ¿no intercedí ante ti, por mis enemigos, en el tiempo de la desgracia y de la angustia? Tú lo sabes. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Sea así, oh YHVH, Si no te he rogado por su bien, Si no he intercedido en favor de mi enemigo, En tiempo de aflicción y en época de angustia! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sí, Yahveh; es cierto que te serví obrando bien, es cierto que intercedí ante ti por mi enemigo en tiempo de desgracia y en tiempo de angustia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dijo Jehová: De cierto tu remanente estará bien; de cierto haré que el enemigo te implore en el tiempo de aflicción, y en el tiempo de angustia. |
Cuando Dios aprueba la conducta de un hombre lo reconcilia con sus enemigos.
El corazón del rey es una acequia en manos de Dios: la dirige a donde quiere.
porque el pecador obra cien veces mal y tienen paciencia con él. Ya sé yo eso: 'Le irá bien al que respeta a Dios, porque lo respeta',
No temas, que yo estoy contigo; No te angusties, que yo soy tu Dios: te fortalezco y te auxilio y te sostengo con mi diestra victoriosa.
Consulta por nosotros al Señor, a ver si repite sus prodigios con nosotros, y Nabucodonosor, rey de Babilonia, que ahora nos está combatiendo, se tiene que retirar.
El rey Sedecías lo hizo traer y le preguntó en secreto en su palacio: ¿Tienes algún -oráculo del Señor-? Respondió Jeremías: Sí. Serás entregado en manos del rey de Babilonia.
El rey Sedecías envió a Yehucal, hijo de Selamías, y a Sofonías, hijo de Maasías, sacerdote, para que dijeran al profeta Jeremías: Reza por nosotros al Señor, nuestro Dios.
El rey Sedecías mandó que le trajeran al profeta Jeremías, a la tercera entrada del templo; y el rey dijo a Jeremías: Quiero preguntarte una cosa: no me calles nada.
acudieron al profeta Jeremías y le dijeron: Acepta nuestra súplica y reza al Señor, tu Dios, por nosotros y por todo este resto; porque quedamos muy pocos de la multitud, como lo pueden ver tus ojos.