Abrahán madrugó y se dirigió al sitio donde había estado con el Señor.
Jeremías 15:1 - Nueva Biblia Española (1975) El Señor me respondió: Aunque estuvieran delante Moisés y Samuel, no me conmovería por ese pueblo. Despáchalos, que salgan de mi presencia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Me dijo Jehová: Si Moisés y Samuel se pusieran delante de mí, no estaría mi voluntad con este pueblo; échalos de mi presencia, y salgan. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego el Señor me dijo: «Aun si Moisés y Samuel se presentaran delante de mí para rogarme por este pueblo, no lo ayudaría. ¡Fuera con ellos! ¡Quítenlos de mi vista! Biblia Católica (Latinoamericana) Y me dijo Yavé: Aunque Moisés y Samuel vinieran en persona a rogar por este pueblo, mi corazón no se compadecería de él. ¡Echalos de mi presencia, que se vayan lejos! La Biblia Textual 3a Edicion YHVH me respondió: Aunque estuvieran delante Moisés y Samuel° no me conmovería por este pueblo. ¡Échalos, que salgan de mi presencia! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Yahveh me dijo: Ni aunque Moisés y Samuel estuvieran ante mí, se volvería mi alma hacia este pueblo. Échalos de mi presencia y que se vayan. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces me dijo Jehová: Si Moisés y Samuel se pusieran delante de mí, mi voluntad no será con este pueblo: échalos de delante de mí, y salgan. |
Abrahán madrugó y se dirigió al sitio donde había estado con el Señor.
El Señor rechazó a toda la raza de Israel, la humilló, la entregó al saqueo, hasta que acabó por arrojarla de su presencia.
Dios hablaba ya de aniquilarlos; pero Moisés, su elegido, se puso en la brecha frente a él para apartar su cólera del exterminio.
Moisés y Aarón con sus sacerdotes, Samuel con los que invocan su nombre, invocaban al Señor y él respondía.
porque así dice el Señor: Esta vez lanzaré con honda a los habitantes del país, los estrujaré hasta exprimirlos.
Y tú no intercedas por este pueblo, no supliques a gritos por él, que no escucharé cuando me invoquen en la hora aciaga.
Si ayunan, no escucharé sus gritos; si ofrecen holocaustos y ofrendas, no los aceptaré; con espada, hambre y peste yo los consumiré.
Entonces me respondió el Señor: Si vuelves, te haré volver y estar a mi servicio, si apartas el metal de la escoria, serás mi boca. Que ellos vuelvan a ti, no tú a ellos.
Los arrojaré de esta tierra a un país desconocido de ustedes y de sus padres: allí servirán a dioses extranjeros, día y noche, porque no les haré gracia.
Así dice el Señor: No entres en casa donde haya luto, no vayas al duelo, no les des el pésame, porque retiro de este pueblo -oráculo del Señor- mi paz, misericordia y compasión.
¿es que se pagan bienes con males? Me han cavado una fosa. Recuerda que estuve ante ti intercediendo por ellos para apartar de ellos tu enojo.
Ese Jeconías, ¿es una vasija rota, despreciable, un trasto inútil?, ¿por qué lo expulsan con su estirpe y lo arrojan a un país desconocido?
entonces, por haberlo dicho, yo los levantaré en vilo y los tiraré lejos de mí, a ustedes y a la ciudad que les di a ustedes y a sus padres.
por eso así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Nunca faltarán descendientes de Jonadab, hijo de Recab, que estén a mi servicio todos los días.
Esto les sucedió a Jerusalén y a Judá por la cólera del Señor, hasta que las arrojó de su presencia. Sedecías se rebeló contra el rey de Babilonia.
Ya se escucha la endecha en Sión: 'i Ay, estamos deshechos, qué terrible fracaso! Tuvimos que abandonar el país, nos echaron de nuestras moradas'.
Si se encontraran allí estos tres varones: Noé, Daniel y Job, por ser justos salvarían ellos la vida -oráculo del Señor- .
Busqué entre ellos uno que levantara una cerca, que por amor a la tierra aguantara en la brecha frente a mí, para que yo no la destruyera; pero no lo encontré.
Su maldad arranca de Guilgal: allí lo aborrecía; por la maldad de sus acciones los eché de mi casa, no volveré a quererlos, todos sus jefes son rebeldes.
Oré al Señor, diciendo: Señor mío, no destruyas a tu pueblo, la heredad que redimiste con tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano fuerte.
y de hecho el Mesías no entró en un santuario hecho por hombres, copia del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro.
¡Mi corazón por los capitanes de Israel, por los voluntarios del pueblo! ¡Bendigan al Señor!
dijo a Samuel: Reza al Señor, tu Dios, para que tus siervos no mueran; porque a todos nuestros pecados hemos añadido la maldad de pedirnos un rey.
Por mi parte, líbreme Dios de pecar contra el Señor dejando de rezar por ustedes. Yo les enseñaré el camino recto y bueno,
Samuel tomó un cordero lechal y 10 ofreció al Señor en holocausto; gritó al Señor en favor de Israel, y el Señor le escuchó.