Jeremías 11:12 - Nueva Biblia Española (1975) Entonces los pueblos de Judá y los vecinos de Jerusalén irán a gritar a los dioses a quienes quemaban incienso; pero ellos no podrán salvarlos en la hora aciaga. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 E irán las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalén, y clamarán a los dioses a quienes queman ellos incienso, los cuales no los podrán salvar en el tiempo de su mal. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los habitantes de Judá y Jerusalén clamarán a sus ídolos y quemarán incienso ante ellos. ¡Pero los ídolos no los salvarán cuando caiga el desastre! Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Que vayan, entonces, las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén a clamar a los dioses a los que quemaban incienso! Estos dioses no les darán ningún socorro cuando les pase la desgracia. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces los pueblos de Judá y los habitantes de Jerusalem irán a clamar a los dioses a quienes quemaban incienso, pero ellos no los podrán salvar en el tiempo de su calamidad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén irán entonces a clamar a los dioses a quienes incensaron, pero no podrán salvarlos en la hora de su desgracia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) E irán las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalén, y clamarán a los dioses a quienes ellos queman incienso, los cuales no los podrán salvar en el tiempo de su mal. |
Reúnanse, vengan, acérquense juntos, supervivientes de las naciones: No discurren los que llevan su ídolo de madera y rezan a un dios que no puede salvar.
Se lo cargan a hombros, lo transportan; donde lo ponen, allí se queda; no se mueve de su sitio. Por mucho que le griten, no responde, no los salva del peligro.
Pues mi pueblo me olvida y sacrifica a una ficción; tropiezan caminando por las viejas veredas y caminan por sendas y caminos sin aplanar,
¿Y dónde están los dioses que te hacías? ¡Que se levanten ellos y te saquen del aprieto! Pues tantos como poblados eran tus dioses, Judá.
y me irritan con las obras de sus manos, quemando incienso a dioses extraños en Egipto, donde han venido a residir; y así son extirpados y se convierten en maldición y oprobio de todas las naciones del mundo?
¿No comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones? Que se levanten para socorrerlos, que sean su refugio'.
Vayan a gritar a los dioses que se han escogido. ¡Que les salven ellos en la hora del peligro!