No veneren a otros dioses, sino al Señor, su Dios, y él los librará de sus enemigos.
Jeremías 10:7 - Nueva Biblia Española (1975) Tú lo mereces, Rey de las naciones; entre todos sus sabios y reyes, ¿quién hay como tú? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el temor; porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Quién no te temería, oh Rey de las naciones? ¡Ese título te pertenece solo a ti! Entre todos los sabios de la tierra y en todos los reinos del mundo, no hay nadie como tú. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Quién no te temerá, Rey de las naciones? Sí, a ti se te debe temer, porque entre todos los sabios de las naciones y entre todos sus reinos no hay nadie como tú. La Biblia Textual 3a Edicion ¿Quién no quisiera temerte, Oh Rey de las naciones? Solo a ti te corresponde,° Porque entre todos los sabios de las naciones, Y entre toda su dignidad real, Ninguno hay comparable a ti. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Sí, esto se te debe; porque entre todos los sabios de las gentes y en todos sus reinos nadie hay como tú. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti corresponde; porque entre todos los sabios de las naciones, y en todos sus reinos, no hay nadie como tú. |
No veneren a otros dioses, sino al Señor, su Dios, y él los librará de sus enemigos.
porque es grande el Señor y muy famoso, y más temible que todos los dioses.
luego consultó a los letrados -porque los asuntos del rey se solían consultar a los expertos en derecho-;
que se postren ante él todos los reyes y que todos los pueblos le sirvan;
No tienes igual entre los dioses, Señor, ni hay obras como las tuyas.
Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor, y a honrar tu nombre:
¿Quién sobre las nubes se compara a Dios?, ¿quién como el Señor entre los dioses?
Respondió: Mañana. Dijo Moisés: Así se hará, para que sepas que no hay otro como el Señor, nuestro Dios.
Pues esta vez voy a soltar todas mis plagas contra ti mismo, tu corte y tu pueblo, para que sepas que no hay nadie como yo en toda la tierra.
Será el arbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados; de las lanzas, podaderas. No alzará la espada, pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán para la guerra.
No hay como tú, Señor; tú eres grande, grande es tu fama y tu poder, ¿quién no te temerá?
¿A mí no me respetan, no tiemblan en mi presencia? -oráculo del Señor- . Yo puse la arena como frontera del mar, límite perpetuo que no traspasa; hierve impotente, mugen sus olas, pero no lo traspasan;
Daniel repuso: El secreto de que habla su majestad no lo pueden explicar ni sabios, ni astrólogos, ni magos, ni adivinos;
pero hay un Dios en el cielo que revela los secretos y que ha anunciado al rey Nabucodonosor lo que sucederá al final de los tiempos.
¡Señor, he oído tu fama; Señor, he visto tu acción! En medio de los años realízala, en medio de los años manifiéstala, en la ira acuérdate de la compasión.
Aquel día se incorporarán al Señor muchos pueblos y serán pueblo mío; habitaré en medio de ti, y sabrás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti.
De levante a poniente es grande mi fama en las naciones, y en todo lugar me ofrecen sacrificios y ofrendas puras; porque mi fama es grande en las naciones -dice el Señor de los ejércitos-.
Les voy a indicar a quién tienen que temer: Teman al que tiene poder para matar y después echar en el fuego. Sí, a ése témanlo, desde luego.
para nosotros no hay más que un Dios, el Padre, de quien procede el universo y a quien estamos destinados nosotros, y un solo Señor, Jesús Mesías, por quien existe el universo y por quien existimos nosotros.
Para que todas las naciones del mundo sepan que la mano del Señor es poderosa y ustedes respeten siempre al Señor, su Dios'.
Al tocar su trompeta el séptimo ángel se oyeron aclamaciones en el cielo: ¡El reinado sobre el mundo ha pasado a nuestro Señor y a su Mesías, y reinará por los siglos de los siglos!
¿Quién no te respetará?, ¿Quién no dará gloria a tu nombre, si sólo tú eres santo? Todas las naciones vendrán a postrarse ante ti, porque tus justas sentencias se han promulgado.