El Señor me ayuda, por eso no me acobardaba; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.
Jeremías 1:18 - Nueva Biblia Española (1975) Yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y principes de Judá, frente a los sacerdotes y los terratenientes; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda esta tierra, contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes, y el pueblo de la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente Mira, hoy te he hecho fuerte, como ciudad fortificada que no se puede conquistar, como columna de hierro o pared de bronce. Te enfrentarás a toda esta tierra: a los reyes, a los funcionarios, a los sacerdotes y al pueblo de Judá. Biblia Católica (Latinoamericana) Este día hago de ti una fortaleza, un pilar de hierro y una muralla de bronce frente a la nación entera: frente a los reyes de Judá y a sus ministros, frente a los sacerdotes y a los propietarios. La Biblia Textual 3a Edicion Porque he aquí, Yo mismo te pongo hoy como ciudad fortificada, como columna de hierro y como muro de bronce contra toda la tierra, contra los reyes de Judá, contra sus príncipes, contra sus sacerdotes, y contra el pueblo de la tierra.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues mira que hoy te convierto en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce contra todo este país: contra los reyes de Judá y sus jefes, contra sus sacerdotes y el pueblo de esta tierra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortificada, y como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda la tierra, contra los reyes de Judá, contra sus príncipes, contra sus sacerdotes, y contra el pueblo de la tierra. |
El Señor me ayuda, por eso no me acobardaba; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.
Y tú cíñete, en pie, diles lo que yo te mando. No les tengas miedo; que si no, yo te meteré miedo de ellos.
lucharán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estoy contigo para librarte -oráculo del Señor- .
¡Ay de mí, madre mía, que me engendraste hombre de pleitos y contiendas con todo el mundo! Ni he prestado ni me han prestado, y todos me maldicen.
Frente a este pueblo te pondré como muralla de bronce inexpugnable: lucharán contra ti y no te vencerán, porque yo estoy contigo para librarte y salvarte -oráculo del Señor- .
'Pero el Señor está conmigo como fiero soldado, mis perseguidores tropezarán y no me vencerán; sentirán la confusión de su fracaso, un sonrojo eterno e inolvidable.
Así dice el Señor, Dios de Israel: Las armas que empuñan en el combate yo se las pasaré al rey de Babilonia y a los caldeos, que los asedian fuera de la muralla, y los reuniré en medio de esta ciudad.
Entonces Ajicán, hijo de Safan, se hizo cargo de Jeremías para que no lo entregaran a ser ejecutado por el pueblo.
Tú no te librarás de su mano, sino que serás atrapado y caerás en su poder: tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, tu boca hablará a su boca y tú irás a Babilonia.
Así dice el Señor, Dios de Israel: Esto dirás al rey de Judá, que te ha enviado a consultarme. Mira, el ejército del Faraón, que ha salido en auxilio de ustedes, se volverá a su tierra de Egipto.
Pero si no te rindes a los generales del rey de Babilonia, esta ciudad caerá en manos de los caldeos, que la incendiarán, y tú no escaparás.
Así dice el Señor: El que se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de peste; el que se pase a los caldeos será tomado como botín, pero salvará la vida.
Pues ahora, sépanlo bien: Morirán a espada, de hambre y de peste en el sitio que escogen como residencia.
Te nombro examinador de mi pueblo, para que examines y pruebes su conducta.
Y se lo llevó a Jesús. Jesús, fijando la vista en él, le dijo: Tú eres Simón, el hijo de Juan, a ti te llamarán Cefas (que significa 'Piedra').
Al que salga vencedor lo haré columna del santuario de mi Dios y ya no saldrá nunca de él; grabaré en él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que baja del cielo de junto a mi Dios y mi nombre nuevo.