Y Elías, con la fuerza del Señor, se ciñó y fue corriendo delante de Ajab, hasta la entrada de Yezrael.
Jeremías 1:17 - Nueva Biblia Española (1975) Y tú cíñete, en pie, diles lo que yo te mando. No les tengas miedo; que si no, yo te meteré miedo de ellos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente »Levántate y prepárate para entrar en acción. Ve y diles todo lo que te ordene decir. No les tengas miedo, o haré que parezcas un necio delante de ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) Tú, ahora, muévete y anda a decirles todo lo que yo te mande. No temas enfrentarlos, porque yo también podría asustarte delante de ellos. La Biblia Textual 3a Edicion Así que tú ciñe tus lomos y ponte en pie, y háblales todo lo que Yo te mande. No tiembles ante ellos, no sea que Yo te haga temblar ante ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así pues, cíñete la cintura, levántate y diles todo lo que te mando. No tengas miedo ante ellos, no sea que yo te haga temerlos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tú pues, ciñe tus lomos, y levántate, y háblales todo lo que yo te mande. No temas delante de su rostro, no sea que yo te confunda delante de ellos. |
Y Elías, con la fuerza del Señor, se ciñó y fue corriendo delante de Ajab, hasta la entrada de Yezrael.
El ángel del Señor dijo entonces a Elías: Baja con él, no tengas miedo. Elías se levantó, bajó con él para presentarse al rey,
Eliseo ordenó a Guejazí: Cíñete, toma mi bastón y ponte en camino; si encuentras a alguno no lo saludes y si te saluda alguno no le respondas. Y coloca mi bastón sobre el rostro del niño.
El profeta Elíseo llamó a uno de la comunidad de profetas y le ordeno: Átate el cinturón, toma en la mano esta aceitera y vete a Ramot de Galaad.
Si eres hombre, cíñete los lomos: voy a interrogarte, y tú responderás.
Respondió Dios: Yo estoy contigo, y ésta es la señal de que yo te envío: que cuando saques al pueblo de Egipto, ustedes darán culto a Dios en esta montaña.
Tú dirás todo lo que yo te mande, y Aarón le dirá al Faraón que deje salir a los israelitas de su territorio.
Yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y principes de Judá, frente a los sacerdotes y los terratenientes;
fracasen mis perseguidores y no yo, sientan terror ellos y no yo, haz que les llegue el día funesto, quebrántalos con doble quebranto.
El profeta que tenga un sueño, que lo cuente; el que tenga mi palabra, que la diga a la letra. ¿Qué hace el grano con la paja? -oráculo del Señor- .
Contestó Jeremías a los dignatarios y al pueblo: El Señor me envió a profetizar todo lo que han oído contra este templo y esta ciudad.
Así dice el Señor: Ponte en el atrio del templo y di a todos los vecinos de los pueblos de Judá que vienen al templo a adorar al Señor todo lo que yo te mando decir; no dejes ni una palabra.
Baruc, hijo de Nerías, cumplió todo lo que le mandó el profeta Jeremías, leyendo en el rollo las palabras del Señor en el templo.
Levántate y vete a Nínive, la gran metrópoli, y anuncia lo que yo te digo.
Saben que en nada que fuera útil me he retraído de predicarles y enseñarles en público y en privado,
Si lo hiciera por mi voluntad, tendría mérito; pero si me han confiado un encargo independientemente de mi voluntad,
a pesar de los sufrimientos e injurias sufridos en Filipos, que ya conocen, nos atrevimos, apoyados en nuestro Dios, a exponerles la buena noticia de Dios en medio de fuerte oposición,
Por eso, con la mente preparada para el servicio y viviendo con sobriedad, pongan una esperanza sin reservas en el don que les va a traer la manifestación de Jesús el Mesías.