diciendo: Señor, si he alcanzado tu favor, no pases de largo junto a tu siervo.
Génesis 47:25 - Nueva Biblia Española (1975) Ellos respondieron: Nos has salvado la vida, hemos alcanzado el favor de nuestro señor; seremos siervos del Faraón. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y ellos respondieron: La vida nos has dado; hallemos gracia en ojos de nuestro señor, y seamos siervos de Faraón. Biblia Nueva Traducción Viviente —¡Usted nos ha salvado la vida! —exclamaron ellos—. Permítanos, señor nuestro, ser los esclavos del faraón. Biblia Católica (Latinoamericana) Ellos respondieron: 'Puesto que nos has salvado la vida, sírvete aceptarnos como esclavos de Faraón. La Biblia Textual 3a Edicion Respondieron: ¡Nos has dado la vida! Hallemos gracia a ojos de nuestro señor, y seamos siervos de Faraón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijeron ellos: 'Tú nos has salvado la vida. Que contemos con el favor de mi señor, y seremos esclavos del Faraón'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ellos respondieron: La vida nos has dado: hallemos gracia en ojos de mi señor, y seamos siervos de Faraón. |
diciendo: Señor, si he alcanzado tu favor, no pases de largo junto a tu siervo.
Los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Nos acercamos a tu hermano Esaú, y él salió a nuestro encuentro con cuatrocientos hombres.
Esaú dijo: Te daré alguno de mis hombres como escolta. Jacob rehusó: ¿Para qué, si he alcanzado el favor de mi señor?
Y llamó a José ZafnatPanej, y le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. José salió a recorrer Egipto.
Aquí tienen simiente para sembrar los campos. Cuando llegue la cosecha, darán la quinta parte al Faraón, las otras cuatro partes les servirán para sembrar y como alimento para ustedes, sus familias y niños.
Y José estableció una ley en Egipto, hoy todavía en vigor: que una quinta parte es para el Faraón. Solamente las tierras de los sacerdotes no pasaron a ser propiedad del Faraón.
Ustedes intentaron hacerme mal, pero Dios intentaba hacer bien para dar vida a un pueblo numeroso, como hoy somos.
Toma una pareja de cada viviente, es decir, macho y hembra, y métela en el arca, para que conserve la vida contigo:
Ella dijo: Ojalá sepa yo agradarte, señor; me has tranquilizado y has llegado al corazón de tu servidora, aunque no soy ni una sirvienta tuya.