Sila a su vez dio a luz a Tubalcaín, forjador de herramientas de bronce y hierro; tuvo una hermana que se llamaba Preciosa.
Génesis 4:23 - Nueva Biblia Española (1975) Lamec dijo a Ada y Sila, sus mujeres: Escúchenme, mujeres de Lamec, presten oído a mis palabras: Por un moretón mataré a un hombre, a un joven por una cicatriz. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un joven por mi golpe. Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día Lamec dijo a sus esposas: «Ada y Zila, oigan mi voz; escúchenme, esposas de Lamec. Maté a un hombre que me atacó, a un joven que me hirió. Biblia Católica (Latinoamericana) Dijo Lamec a sus mujeres:
'Escúchenme ustedes, Ada y Sella; oigan mis palabras, mujeres de Lamec: yo he matado a un hombre por herirme y a un muchacho porque me golpeó. La Biblia Textual 3a Edicion Y Lamec dijo a sus mujeres: Ada y Zila: ¡Escuchad mi voz! Mujeres de Lamec, Prestad oído a mi dicho: Que a un hombre maté por mi herida, Y a un muchacho por mi contusión. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Lamec a sus mujeres: 'Adá y Silá, oíd mi voz; mujeres de Lamec, escuchad mis palabras. He matado a un hombre que me hirió. A un joven que me golpeó. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo Lamec a sus esposas: Ada y Zila, oíd mi voz; esposas de Lamec, escuchad mi dicho: Que a un varón maté por mi herida, y a un joven por mi golpe: |
Sila a su vez dio a luz a Tubalcaín, forjador de herramientas de bronce y hierro; tuvo una hermana que se llamaba Preciosa.
No serás vengativo ni guardarás rencor a tus conciudadanos. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.
El recitó sus versos: 'Levántate, Balac, escúchame; dame oído, hijo de Sipor:
Mía será la venganza y el desquite en la hora en que tropiecen sus pies, pues el día de su perdición se acerca y su suerte se apresura -
En cuanto se enteró Yotán, fue, y en pie sobre la cumbre del Monte Garizín, les gritó a voz en cuello: ¡Óiganme, vecinos de Siquén, así Dios los escuche!