Génesis 33:4 - Nueva Biblia Española (1975) Esaú corrió a recibirlo, lo abrazó, se le echó al cuello y lo besó llorando. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Esaú corrió a su encuentro y lo abrazó, puso los brazos alrededor de su cuello y lo besó. Y ambos lloraron. Biblia Católica (Latinoamericana) Esaú corrió al encuentro de su hermano y lo abrazó; echándose sobre su cuello lo besó, y los dos rompieron a llorar. La Biblia Textual 3a Edicion Y corrió Esaú a su encuentro y lo abrazó, se echó sobre su cuello y lo besó, y lloraron. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Corrió Esaú a su encuentro, lo abrazó y se arrojó a su cuello; lo besó, y ambos lloraron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Esaú corrió a su encuentro, y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron. |
Cuando Labán oyó las noticias de Jacob, hijo de su hermana, salió corriendo a su encuentro, lo abrazó, lo besó y lo llevó a su casa. Allí él contó a Labán todo lo sucedido.
líbrame del poder de mi hermano Esaú, pues temo que venga y mate a las madres con los hijos.
Le replicó: Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con dioses y con hombres y has vencido.
En seguida, conmovido por su hermano, le vinieron ganas de llorar, y entrando en la alcoba, lloró allí.
José les hacía pasar porciones de su mesa, y la porción de Benjamín era cinco veces mayor. Así bebieron abundantemente con él.
Y no había nadie cuando se dio a conocer a sus hermanos. Rompió a llorar fuerte, de modo que los egipcios lo oyeron y la noticia llegó a casa del Faraón.
Cuando estaban llegando a Gosén, José mandó preparar la carroza y se dirigió a Gosén a recibir a su padre, Al verlo, se le echó al cuello y lloró abrazado a él.
Joab fue a decírselo al rey. El rey llamó a Absalón, que se presentó ante él y le hizo una reverencia rostro en tierra, y el rey abrazó a Absalón.
Señor, mantén tus oídos atentos a la oración de tu siervo y a la oración de tus siervos que están dispuestos a respetarte. Haz que tu siervo acierte y logre conmover a ese hombre. Yo era copero del rey,
Cuando lo vieron a distancia, no lo reconocían, y rompieron a llorar; se rasgaron el manto, echaron dos en el suelo, siete días con sus polvo sobre la cabeza y hacia el noches, sin decirle una palabra, cielo
Cuando Dios aprueba la conducta de un hombre lo reconcilia con sus enemigos.
El corazón del rey es una acequia en manos de Dios: la dirige a donde quiere.
Entonces se puso en camino para casa de su padre: su padre lo vio de lejos y se enterneció; salió corriendo, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.
Mientras el muchacho se marchaba, David salió de su escondite; cayó ante él a tierra, postrándose tres veces; luego se abrazaron llorando los dos copiosamente.