De este modo se enriqueció muchísimo; tenía muchos rebaños, siervos y siervas, camellos y burros.
Génesis 32:5 - Nueva Biblia Española (1975) tengo vacas, burros, ovejas, siervos y siervas, envío este mensaje a mi señor para alcanzar su favor'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y tengo vacas, asnos, ovejas, y siervos y siervas; y envío a decirlo a mi señor, para hallar gracia en tus ojos. Biblia Nueva Traducción Viviente y ahora soy dueño de ganado, burros, rebaños de ovejas y de cabras, y muchos siervos, tanto varones como mujeres. He enviado a estos mensajeros por delante para informar a mi señor de mi llegada, con la esperanza de que me recibas con bondad”». Biblia Católica (Latinoamericana) los mensajeros recibieron las instrucciones siguientes: 'Digan a mi señor, a Esaú, de parte de su servidor Jacob: He vivido con Labán y con él he permanecido hasta hoy. La Biblia Textual 3a Edicion Y tengo bueyes, asnos y ovejas, siervos y siervas, y envío a declararlo a mi señor para hallar gracia ante tus ojos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 con estas instrucciones: 'Así hablaréis a mi señor, a Esaú: 'Esto dice Jacob, tu siervo: he morado en casa de Labán, donde he permanecido hasta ahora. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tengo vacas, y asnos, y ovejas, y siervos y siervas; y envío a decirlo a mi señor, por hallar gracia en tus ojos. |
De este modo se enriqueció muchísimo; tenía muchos rebaños, siervos y siervas, camellos y burros.
Toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre nuestra era y de nuestros hijos. Por tanto, haz todo lo que Dios te manda.
El Señor dijo a Jacob: Vuelve a la tierra de tu padre, tu tierra nativa, y allí estaré contigo.
Acepta estos dones que te he traído, pues me los ha regalado Dios y son todos míos. Y como insistía, Esaú aceptó.
Esaú dijo: Te daré alguno de mis hombres como escolta. Jacob rehusó: ¿Para qué, si he alcanzado el favor de mi señor?
Volvió a preguntar: Y ¿qué significa toda esta caravana que he ido encontrando? Contestó: Es para alcanzar el favor de mi señor.
Ellos respondieron: Nos has salvado la vida, hemos alcanzado el favor de nuestro señor; seremos siervos del Faraón.
Entonces el rey dijo a Sibá: Todo lo de Meribaal es tuyo. Sibá dijo: A tus pies, majestad. ¡Gracias por el favor que me otorgas!
Pero si el tal empleado, pensando que su patrón tardará, empieza a maltratar a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse,
Rut, la moabita, dijo a Noemí: Déjame ir al campo a recoger espigas donde me admitan por caridad. Noemí le respondió: Anda, hija.
Ana respondió: Que puedas favorecer siempre a esta sierva tuya. Luego se fue por su camino, comió y no parecía la de antes.