Haré a tus descendientes como el polvo de la tierra: el que pueda contar el polvo de la tierra podrá contar a tus descendientes.
Génesis 32:13 - Nueva Biblia Española (1975) Y pasó allí la noche. Luego, de lo que tenía a mano, escogió regalos para su hermano Esaú: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú: Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Jacob pasó la noche en aquel lugar. Luego escogió de sus pertenencias los siguientes regalos para entregar a su hermano Esaú: Biblia Católica (Latinoamericana) Pero eres tú quien me dijo: Te colmaré de bienes y tu descendencia será como la arena del mar, que nadie puede contar. La Biblia Textual 3a Edicion Y pernoctó allí aquella noche, y de lo que le vino a mano tomó un presente para su hermano Esaú: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tú dijiste: 'Yo te favoreceré y haré que tu descendencia sea como la arena del mar, que por ser tanta no puede contarse''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú. |
Haré a tus descendientes como el polvo de la tierra: el que pueda contar el polvo de la tierra podrá contar a tus descendientes.
Y el Señor lo sacó afuera y le dijo: Mira al cielo; cuenta las estrellas si puedes. Y añadió: Así será tu descendencia.
Alzó la vista y vio a tres hombres de pie frente a él. Al verlos, corrió a su encuentro desde la puerta de la tienda y se prosternó en tierra,
te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos.
doscientas cabras y veinte cabritos, doscientas ovejas y veinte carneros,
Jacob insistió: De ninguna manera; si he alcanzado tu favor, acepta estos dones de mi mano, pues he visto tu rostro benévolo y ha sido como ver el rostro de Dios.
Volvió a preguntar: Y ¿qué significa toda esta caravana que he ido encontrando? Contestó: Es para alcanzar el favor de mi señor.
José mandaba en el país y distribuía las raciones a todo el mundo. Vinieron, pues, los hermanos de José y se postraron ante él, rostro en tierra.
Israel, su padre, les respondió: Si no hay más remedio, háganlo; tomen productos del país en sus vasijas y llévenselos como regalo a aquel hombre: un poco de bálsamo, un poco de miel, goma, resina, mirra, pistacho y almendra,
Cuando José entró en casa, ellos le presentaron los regalos que habían traído y se postraron en tierra.
Entonces aposté en trincheras detrás de la muralla y entre matorrales gente dividida por familias y armados con sus espadas, lanzas y arcos.
El soborno es piedra mágica para quien lo da: consigue cuanto se propone.
Muchos halagan al hombre generoso y todos son amigos del que hace regalos.
Un regalo a escondidas aplaca la cólera; un don bajo mano, la áspera ira.
Ahora, este obsequio que tu servidora le ha traído a su señor, que sea para los sirvientes que acompañan a mi señor.
Pregunta a tus sirvientes y te lo dirán. Atiende favorablemente a estos muchachos, que venimos en un día de alegría. Haz el favor de darle a David, siervo e hijo tuyo, lo que tengas a mano'.