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Génesis 30:2 - Nueva Biblia Española (1975)

Jacob se enfadó con Raquel, y le dijo: ¿Soy yo Dios para negarte los hijos del vientre?

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Biblia Reina Valera 1960

Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Jacob se puso furioso con Raquel. —¿Acaso yo soy Dios? —le dijo—. ¡Él es el que no te ha permitido tener hijos!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces Jacob se enojó con Raquel y le dijo: 'Si Dios te ha negado los hijos, ¿qué puedo hacer yo?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces se encendió la ira de Jacob contra Raquel, y dijo: ¿Acaso estoy yo en lugar de ’Elohim que te impide el fruto del vientre?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Jacob se enfadó con Raquel y le dijo: '¿Estoy yo acaso en lugar de Dios, que te ha negado el fruto del seno?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Jacob se enojaba contra Raquel, y decía: ¿Soy yo en lugar de Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?

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Génesis 30:2
17 Tagairtí Cros  

Y Saray dijo a Abrán: El Señor no me deja tener hijos; llégate a mi sierva a ver si ella me da hijos. Abrán aceptó la propuesta.


Pues el Señor había cerrado el vientre a todas en casa de Abimelec por causa de Sara, mujer de Abrahán.


Isaac rezó a Dios por su mujer que era estéril. Dios le escuchó y Rebeca, su mujer, concibió.


El Señor, viendo que Lía no era correspondida, la hizo fecunda, mientras Raquel seguía estéril.


Jacob, irritado contra Labán, se puso a discutir con él: ¿Cuál es mi crimen o mi pecado para que me acoses?


Pero' José les respondió: No tengan miedo. ¿Soy yo acaso Dios?


Cuando el rey de Israel leyó la carta, se rasgó las, vestiduras, exclamando: ¿Soy yo un dios capaz de dar muerte o vida, para que éste me encargue dé librar a un hombre de su enfermedad? Fíjense bien y verán cómo está buscando un pretexto contra mí.


a la estéril, ya madre feliz de hijos, la pone al frente de la casa'. ¡Aleluya!


El Señor como herencia te dará hijos, como salario, el fruto del vientre:


Al acercarse al campamento y ver el becerro y las danzas, Moisés, enfurecido, tiró las losas y las rompió al pie del monte.


Pues yo les digo: Todo el que trate con coraje a su hermano será condenado por el tribunal; el que lo insulte, será condenado por el Consejo; el que lo llame renegado será condenado al fuego del quemadero.


Echándoles en torno una mirada de ira, dolido desu obcecación, le dijo al hombre: Extiende el brazo. Lo extendió y su brazo quedó normal.


dijo Isabel con fuerte voz: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!


Si se indignan, no lleguen a pecar, que la puesta del sol no les sorprenda en su enojo;


mientras que a Ana le daba sólo una ración, y eso que la quería, pero el Señor la había hecho estéril.