Y Saray dijo a Abrán: El Señor no me deja tener hijos; llégate a mi sierva a ver si ella me da hijos. Abrán aceptó la propuesta.
Génesis 30:2 - Nueva Biblia Española (1975) Jacob se enfadó con Raquel, y le dijo: ¿Soy yo Dios para negarte los hijos del vientre? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre? Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jacob se puso furioso con Raquel. —¿Acaso yo soy Dios? —le dijo—. ¡Él es el que no te ha permitido tener hijos! Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Jacob se enojó con Raquel y le dijo: 'Si Dios te ha negado los hijos, ¿qué puedo hacer yo?' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces se encendió la ira de Jacob contra Raquel, y dijo: ¿Acaso estoy yo en lugar de ’Elohim que te impide el fruto del vientre? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jacob se enfadó con Raquel y le dijo: '¿Estoy yo acaso en lugar de Dios, que te ha negado el fruto del seno?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jacob se enojaba contra Raquel, y decía: ¿Soy yo en lugar de Dios, que te impidió el fruto de tu vientre? |
Y Saray dijo a Abrán: El Señor no me deja tener hijos; llégate a mi sierva a ver si ella me da hijos. Abrán aceptó la propuesta.
Pues el Señor había cerrado el vientre a todas en casa de Abimelec por causa de Sara, mujer de Abrahán.
Isaac rezó a Dios por su mujer que era estéril. Dios le escuchó y Rebeca, su mujer, concibió.
El Señor, viendo que Lía no era correspondida, la hizo fecunda, mientras Raquel seguía estéril.
Jacob, irritado contra Labán, se puso a discutir con él: ¿Cuál es mi crimen o mi pecado para que me acoses?
Cuando el rey de Israel leyó la carta, se rasgó las, vestiduras, exclamando: ¿Soy yo un dios capaz de dar muerte o vida, para que éste me encargue dé librar a un hombre de su enfermedad? Fíjense bien y verán cómo está buscando un pretexto contra mí.
a la estéril, ya madre feliz de hijos, la pone al frente de la casa'. ¡Aleluya!
El Señor como herencia te dará hijos, como salario, el fruto del vientre:
Al acercarse al campamento y ver el becerro y las danzas, Moisés, enfurecido, tiró las losas y las rompió al pie del monte.
Pues yo les digo: Todo el que trate con coraje a su hermano será condenado por el tribunal; el que lo insulte, será condenado por el Consejo; el que lo llame renegado será condenado al fuego del quemadero.
Echándoles en torno una mirada de ira, dolido desu obcecación, le dijo al hombre: Extiende el brazo. Lo extendió y su brazo quedó normal.
dijo Isabel con fuerte voz: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
Si se indignan, no lleguen a pecar, que la puesta del sol no les sorprenda en su enojo;
mientras que a Ana le daba sólo una ración, y eso que la quería, pero el Señor la había hecho estéril.