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Génesis 19:4 - Nueva Biblia Española (1975)

Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad rodearon la casa: jóvenes y viejos, toda la población hasta el último.

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Biblia Reina Valera 1960

Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

pero antes de que se fueran a dormir, todos los hombres de Sodoma, tanto jóvenes como mayores, llegaron de todas partes de la ciudad y rodearon la casa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

No estaban acostados todavía cuando los vecinos, es decir los hombres de Sodoma, jóvenes y ancianos, rodearon la casa: ¡estaba el pueblo entero!

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La Biblia Textual 3a Edicion

Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los sodomitas,° rodearon la casa: jóvenes y ancianos, toda la población, hasta el último.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No se habían acostado todavía, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, cercaron la casa, jóvenes y viejos, todo el pueblo sin excepción.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo.

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Génesis 19:4
12 Tagairtí Cros  

Los habitantes .de Sodoma eran unos malvados y pecaban gravemente contra el Señor.


El Señor dijo: La acusación contra Sodoma y Gomorra es seria y su pecado es muy grave;


La comunidad de los israelitas protestó contra Moisés y Aarón en el desierto,


No seguirás en el mal a los poderosos: no declararas en un proceso siguiendo a los poderosos y violando el derecho.


no duermen si no cometen crímenes, pierden el sueño si no hunden a alguien,


corazón que maquina planes malvados, pies que corren para la maldad,


los profetas profetizan embustes, los sacerdotes dominan por la fuerza, y mi pueblo tan contento. ¿Qué harán en el desenlace?


sus manos son buenas para la maldad: el príncipe exige, el juez se soborna, el poderoso declara sus ambiciones;


sus pies tienen prisa para derramar sangre;


Ya estaban animándose cuando los del pueblo, unos pervertidos, rodearon la casa, y golpeando la puerta, gritaron al viejo, dueño de la casa: Saca el hombre que ha entrado en tu casa, que nos aprovechemos de él.