Y el Señor lo sacó afuera y le dijo: Mira al cielo; cuenta las estrellas si puedes. Y añadió: Así será tu descendencia.
Génesis 13:16 - Nueva Biblia Española (1975) Haré a tus descendientes como el polvo de la tierra: el que pueda contar el polvo de la tierra podrá contar a tus descendientes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Y te daré tantos descendientes que, como el polvo de la tierra, será imposible contarlos! Biblia Católica (Latinoamericana) Multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra, de tal manera, que si se pudiera contar el polvo de la tierra, también se podría contar tu descendencia. La Biblia Textual 3a Edicion Haré a tu descendencia como el polvo de la tierra: si se puede contar el polvo de la tierra, tu descendencia podrá ser contada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y haré que tu descendencia sea como el polvo de la tierra. Si alguien puede contar el polvo de la tierra, podrá contar también tu posteridad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y haré tu simiente como el polvo de la tierra: que si alguno podrá contar el polvo de la tierra, también tu simiente será contada. |
Y el Señor lo sacó afuera y le dijo: Mira al cielo; cuenta las estrellas si puedes. Y añadió: Así será tu descendencia.
Y el ángel del Señor añadió: Haré tan numerosa tu descendencia, que no se podrá contar.
La bendeciré y te dará un hijo y lo bendeciré; de ella nacerán pueblos y reyes de naciones.
En cuanto a Ismael, escucho tu petición: lo bendeciré, lo haré fecundo, lo haré multiplicarse sin medida, engendrará doce príncipes y haré de él un pueblo numeroso.
Te haré fecundo sin medida, sacando pueblos de ti, y reyes nacerán de ti.
Abrahán se convertirá en un pueblo grande y numeroso; con su nombre se bendecirán todos los pueblos de la tierra;
Aunque también del hijo de la sirvienta sacaré un gran pueblo, por ser descendiente tuyo,
te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos.
Haré crecer tu descendencia como las estrellas del cielo y daré a tus descendientes todas estas tierras, y con su nombre se bendecirán todos los pueblos de la tierra.
Tu descendencia se multiplicará como el polvo de la tierra y ocuparás el oriente y el occidente, el norte y el sur, y todas las naciones del mundo serán benditas por causa tuya y de tu descendencia.
Dios Todopoderoso te bendiga, te haga crecer y multiplicarte, hasta ser un grupo de tribus.
Tú me dijiste: Te daré bienes, haré tu descendencia como la arena innumerable de la playa'.
Y pasó allí la noche. Luego, de lo que tenía a mano, escogió regalos para su hermano Esaú:
Dios añadió: Yo soy Dios Todopoderoso, crece, multiplícate: un pueblo, un grupo de pueblos nacerá de ti y saldrán reyes de tus entrañas.
Dios le dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, que allí te convertiré en un pueblo numeroso.
Tu siervo está en medio del pueblo que elegiste, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular.
Israelitas y judíos eran numerosos, como la arena de la playa. Tenían qué comer y qué beber y podían descansar.
Pero el Señor se apiadó y tuvo misericordia de ellos; se volvió hacia ellos, por el pacto que había hecho con Abrahán, Isaac y Jacob, y no quiso exterminarlos ni los ha arrojado de su presencia hasta ahora.
entregó a David los resultados del censo: en Israel había un millón cien mil hombres aptos para el servicio militar, y en Judá, cuatrocientos setenta mil.
David no hizo el censo de los menores de veinte años, porque el Señor había prometido multiplicar a Israel como las estrellas del cielo.
Pues bien, Señor Dios, mantén la promesa que hiciste a mi padre, David, porque tú has sido quien me ha hecho reinar sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra.
verás una descendencia numerosa y a tus retoños como hierba del campo;
los israelitas crecían y se propagaban, se multiplicaban y se hacían fuertes en extremo e iban llenando todo el país.
Acuérdate de tus siervos Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo, diciendo: 'Multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a su descendencia, para que la posea siempre'.
Como las estrellas del cielo, incontables; como las arenas de la playa, innumerables; multiplicaré la descendencia de mi siervo David y a los levitas que me sirven.
¿Quién podrá medir el polvo de Jacob, quién podrá contar la arena de Israel? Que mi suerte sea la de los justos, que mi fin sea como el suyo'.
porque el Señor, su Dios, los ha multiplicado y hoy son más numerosos que las estrellas del cielo.
Así, de uno solo y, en este aspecto, ya extinguido, nacieron hijos numerosos, como los astros del cielo y como la arena incontable de la orilla del mar
Después de esto apareció en la visión una multitud innumerable de toda nación y raza, pueblo y lengua; estaban de pie ante el trono y ante el Cordero, vestidos de blanco y con palmas en la mano;
Cuando los israelitas sembraban, los madianitas, los amalecitas y los orientales venían a hostigarlos;
porque venían con sus rebaños y sus tiendas, numerosos como langostas, hombres y camellos sin número, e invadían la comarca, asolándola.